A Madroa ha dejado su sello en la historia reciente de los derbis. Iago Aspas y Hugo Mallo, los principales exponentes de una generación, han destrozado todos los maleficios que envolvían el choque ante el Dépor. El moañés rompió su maldición particular. Lo hizo poco a poco. Como una transición dulce. Primero anotó en Riazor con la selección gallega. En verano, en el derbi disputado en Uruguay, marcó un precioso gol de falta. Eran los pasos previos a su gran día en Balaídos con dos goles que certificaban una victoria inolvidable.

Pero la fiesta goleadora la iniciaba Hugo Mallo. El marinense, que ya fue el primer céltico que anotó este curso en Balaídos, abrió el marcador del derbi. Preciosa jugada asociativa con su compañero y amigo Orellana. Y latigazo para la historia. Imposible para el "Poroto" Lux. El capitán cerraba otro gafe que llevada décadas vigente en los derbis de Primera. El último gallego con la zamarra celeste que marcó un gol al eterno rival fue Sanromán. Fue hace 43 años. Más de cuatro décadas esperando para romper una estadística que estaba llamada a cerrar un proyecto cuya piedra angular es la cantera.

En ese duelo de autóctonos el Celta también ha goleado al Deportivo. Pero esta diferencia se ha convertido ya en habitual. Berizzo incluyó en su once a cuatro canteranos (Sergio, Jonny y los ya citados Hugo Mallo y Aspas) mientras que en el banquillo esperaban su oportunidad Rubén Blanco y Pape Cheikh. El conjunto vigués no perdía su identidad. Mantenía su apuesta por la gente de la casa. Lo hizo cuando estuvo al borde de la desaparición. Esa idea tiene continuidad también ahora. El derbi se disfruta más. Los tres puntos saben mejor. Así lo relataban Iago Aspas y Mallo tras el choque ante un Deportivo con su único canterano en el banquillo (Bergantiños) y en el que el único coruñés en su once inicial era Pedro Mosquera.

Este EuroCelta regala su primera goleada al eterno rival. Es el primer gran éxito de esta generación de futbolistas, un equipo formado por diferentes hornadas. Sergio llegó a entrenar hace una década con el conjunto vigués. Después llegaron Iago Aspas y Hugo Mallo, que abrieron las puertas a los Jonny, Santi Mina y compañía. Los 'nuevos' ya empiezan a aporrear la puerta del primer equipo. Es el caso de Pape Cheikh o Iván Villar, habituales en las citaciones de Eduardo Berizzo.

Este colectivo sigue firmando nuevos desafíos. Rompe todo tipo de registros y de maldiciones. Han logrado posiblemente lo más complicado: devolver al Celta a Primera División y ahora a Europa. Lo de este domingo también forma parte de la historia: una goleada al eterno rival, un contundente triunfo que abre una crisis a un Deportivo que debe mejorar si quiere ser el rey del fútbol gallego