Un derbi es más que un simple partido de fútbol. Es uno de esos tópicos que se repite cada seis meses en las salas de prensa. Está en juego mucho más que tres puntos. Los días previos son diferentes a cada encuentro de un equipo de fútbol. El enfrentamiento entre Celta y Deportivo envuelve una infinidad de intrahistorias, de sentimos, de experiencias y, también, de recuerdos.

El ´spot´ que presentó el pasado lunes es un mero ejemplo. Un padre marinero del Celta y su hijo, hincha del Dépor. Un derbi doméstico. Ocurre también en Galicia y fuera de ella. Familiares, parejas y amigos con el corazón futbolístico dividido. Ellos son el ejemplo a seguir, el camino para lograr un derbi fraternal que está escribiendo un nuevo capítulo desde que el Himno de Galicia recuerda a ambas aficiones qué es lo que les une.

Vicente Celeiro relata qué derbi le marcó como futbolista // CIC

La metáfora de esta fraternidad, de esta convivencia, es Vicente Celeiro. Se formó en las categorías inferiores del Deportivo, donde años más tarde entraría en la historia del club coruñés. El ´SuperDépor´ no se puede entender sin el llamado "Milagro de San Vicente". Su gol evitó el descenso a Segunda B de la entidad herculina. Cambió de colores. Vino al Celta. Vivió el famoso penalti de Alvelo (episodio que recuerda para FARO) y acabó afincándose en Vigo.

Adrián, hijo de Vicente y deportivista nacido en Vigo, nos cuenta cuál ha sido su derbi inolvidable // CIC

La historia personal de Vicente Celeiro trasciendo lo futbolístico. Como comentó a FARO, "podríamos ser una familia anuncio". Sus dos hijos representan esa época en cada uno de los dos grandes del fútbol gallego. Se da la curiosidad que su primogénito, nacido en A Coruña, profesa su amor hacia el celeste mientras que Adrián, el pequeño, nació en la ciudad olívica y es deportivista. El hijo menor del exfutbolista también nos relataba 48 horas antes de que arrancase una nueva edición del derbi cuál es su clásico inolvidable.

Así vive Tino las horas previas al derbi gallego // CIC

Ese anuncio de Abanca recordó también a todos esos celtistas y deportivistas que vivirán en el derbi en alta mar. Es el caso de otro de nuestros protagonistas. Tino, marinero de Cangas, acaba de llegar a tierra. La marea duró seis meses. Partió en abril. En todo este tiempo añorando a los suyos, también ha echado de menos a su Celta. Vive esta semana previa al derbi con ganas de ver a su equipo ganar al eterno rival y disfrutar en estos días de merecido descanso de los pasos del nuevo EuroCelta.