Mientras al presidente, Carlos Mouriño, ultima la venta del Celta a un grupo empresarial chino (una delegación del holding se encuentra en Vigo para rematar la operación) la plantilla celeste regresó esta mañana a los entrenamientos en las instalaciones de A Madroa. "Feliz" por la gran victoria lograda la víspera frente al Barcelona y aparentemente ajena a la vorágine que se vive en los despachos. "No es una cuestión que nos incumba. Somos trabajadores de este club y no tenemos relación con nada de esto", ha asegurado el portero Sergio Álvarez tras el entrenamiento matinal. Y ha añadido: "El presidente hará lo que sea mejor para él y para el Celta".

El guardameta afirma que el proceso de venta no perturba al vestuario. "No estamos intranquilos, desde el club no se nos transmite nada de eso", ha subrayado. Sergio Álvarez ha confesado que la plantilla habla a menudo con el presidente, aunque éste no les ha trasladado en ningún momento la noticia de que el Celta vaya a cambiar de manos. "Hablamos frecuentemente con él, pero no de esto sino de cosas normales. Nos pregunta cómo estamos y esas cosas", ha explicado el catoirense, que se muestra tranquilo sobre el futuro del club. "El club está en un momento inmejorable y no pensamos que vaya ir a peor", ha remachado.