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Los retos de Pablo Hernández

Analiza su momento: "Voy a ser papá por segunda vez, me renuevan, me siento bien... Solo me falta la victoria"

Pablo Hernández, ayer en Peinador. // José Lores

- Trabajaron durante todo un año para vivir un partido como este ante el Standard. ¿El mal inicio liguero les amarga este debut?

- No. Nos agarra en un momento que no es el más deseado ni es el que nosotros pensábamos. No estaba en nuestros planes no sacar ningún punto en estas tres fechas. Siempre pensamos que podíamos haber ofrecido un buen fútbol. No pasó y ante el Standard tenemos una gran ocasión de revertirlo. Está bueno que puedas competir tan pronto y de esta forma cambiar la situación.

- Este inicio despierta el miedo en algunos aficionados, que recuerdan que el Celta descendió las dos últimas veces que participó en competición europea. ¿Al vestuario llegan estos comentarios?

- Ellos tienen que estar tranquilos, igual que lo estamos nosotros. Han pasado tres partidos. Son tres derrotas y es obvio, la gente se preocupa, tenemos tres competiciones y no resulta fácil. Pero nosotros estamos preparados para dar pelea en todas las competiciones. Tenemos un plantel un poco más grande que el año pasado y eso nos ayudará, hay recambios y el mister prueba.

- En Lieja se empezará a ver qué sistema aplica Berizzo en el reparto de esfuerzos. Parece claro que ahora mismo tiene más prioridad el partido de Liga contra Osasuna. ¿Los titulares habituales aceptarían ser suplentes en Europa? ¿Si le diese a elegir, Standard o Osasuna, qué preferiría usted?

- Si me pregunta a mí, elegiré jugar todos los partidos. Estaría encantado. Me siento capacitado y físicamente estoy bien, cada vez mejor. En mi caso, lo ideal sería jugar Europa League y Liga. Así uno va tomando ritmo. Lo tenemos que ver de esa forma y estar al cien por cien cada vez que nos toque.

- Fernando Vázquez, que entrenaba al Celta en esa última experiencia europea, atribuye en gran medida alcanzar octavos de final y a la vez descender a una cuestión de energía mental y concentración; a la dificultad de competir cada tres días.

- Claro. Por eso creo que el inicio de la Europa League llega en el momento justo. Nos encuentra en una situación que queremos revertir. Es importante sumar como visitantes, tanto en la copa como en el campeonato. La victoria cuenta para la tranquilidad de la afición y nuestra. Cada uno está mentalizado en lograr algo importante en este partido europeo y después nos prepararemos para enfrentarnos a Osasuna. No tenemos mucho tiempo para pensar.

- Si es cierto que hay aficionados preocupados, también lo es que ante el Atlético, con 0-4, el estadio jalea al equipo. ¿Ustedes lo percibieron desde la cancha?

- Fue increíble. La verdad es que en el segundo tiempo no hemos sido los de primero. Y sin embargo la afición nos ha apoyado hasta el final. Es en esos momentos cuando más necesitamos de ellos. En ese sentido la gente se ha comportado de la mejor manera. Y por esa razón también queremos devolvéselo y entregarles una alegría, que hace tiempo que no les damos y se merecen.

- Usted fue seguramente el mejor ante el Atlético. Ha pasado de los pitos a los aplausos y ahora a los murmullos de asombro. El fútbol siempre sorprende.

- Por eso yo no me desesperaba cuando las cosas no salían como yo quería. Hay malos momentos, pero cada uno debe confiar en sí mismo y pensar más allá. En vez de afectarme las cosas que pasaban sucedió lo contrario, me lo tomaba de la mejor manera, he trabajado más, me he mentalizado mejor y he visto todo de otra forma. Por eso me encuentra en una posición tan privilegiada. Es importante que la gente me lo reconozca, pero no dejo de pensar que puedo mostrar aún mucho más sobre el campo.

- Tuvo ofertas importantes al final de la primera temporada, en el verano de 2015, para regresar a Chile. "No ha llegado ese momento", contestó usted. Y aquí está, renovado hasta 2020.

- No podía irme así. Pensaba que siempre había querido jugar en esta liga. Nunca he pensado en irme. Ahora, que me ha tocado renovar y estar jugando competición europea, es algo hermoso. Lo disfruto. Estoy contento por eso, voy a ser papá por segunda vez, me renuevan en el club, me siento bien? Solo falta la victoria y peleando alto para que uno se sienta totalmente feliz. Las cosas se dan como uno quiere y depende de uno cómo quiera llevarlo. Me encuentro en una posición que para muchos sería privilegiada. Estoy jugando, me siento importante y eso se consigue con trabajo.

- Yo era de los que pensaba que usted, con su aparente lentitud, no sería capaz de adaptarse al ritmo europeo. Sin ser más rápido ahora llega antes que el rival, provoca faltas, domina los espacios? ¿Cómo ha sido el proceso futbolístico que se lo ha permitido?

- Yo sé mis cualidades, a lo que le puedo sacar mérito y lo que tengo que mejorar. Comprendí que tenía que desprenderme del balón mucho más rápido y saber qué hacer con él antes incluso de recibirlo. Me sentía capacitado, que tenía lo necesario y podía darlo. Me molestaba porque no lo terminaba haciendo. Fue cambiando en mí. Con el paso del tiempo me fui sintiendo más liberado, con más confianza. Las cosas fueron saliendo de a poco. Algunos se preguntan qué le pasa al Tucu, que está tan diferente. La clave estaba en entender las cosas antes de que sucediesen, en leer el juego. Ahora tengo el campo de frente y eso me ayuda. Trato de sacar lo mejor de mí en la posición que estoy. Me siento contento, adaptado a la Liga.

- En Chile jugaba más como mediapunta y aquí ha ido retrasando su posición. Ahora abarca una extraordinaria cantidad de campo y es una referencia imprescindible en el juego aéreo si hay que sacar el balón en largo. Lógicamente llega menos al área contraria. ¿Es algo que añora?

- Lo he visto y lo he analizado. Es necesario sumar gente en ataque. Yo me siento capacitado para hacerlo. Es de las cosas que me faltan por hacer para ser un jugador mucho más completo. No me puedo quedar solamente con lo que estoy haciendo ahora. Para el equipo sería mejor que pudiese tener más llegada.

- Usted se ha convertido además en una especie de paradigma. En esta fase, en la que a los recién fichados les cuesta arrancar, como a Pione Sisto, muchos piden paciencia: "Acordaos del Tucu".

- A todos nos cuesta al principio en cualquier trabajo. Cuando uno se acostumbra y le va agarrando la mano empieza a disfrutar. Pasa con los refuerzos. Nosotros tenemos una identidad de juego especial. No es tan fácil llegar y jugarla. Somos un equipo muy intenso, en el que necesitamos marcar y atacar. Otros clubes no usan este sistema. Es nuestra idea. La gente que llega nueva se va dando cuenta de a poco y cuando completen ese proceso les será mucho más fácil. Le darán mucho al equipo. Solo hay que tener un poquito de paciencia.

- Pero dentro de esa idea tal vez haya que introducir matices. Bongonda, por ejemplo, puede jugar mejor pero no tiene las características de Nolito. Él encara y busca la línea de fondo, en vez de combinar y tirar trayectorias hacia el interior.

- Hay algunas piezas que se tienen que amoldar. El Celta tiene las herramientas para ello. Se fue un gran jugador, que era importante para nosotros, pero lo más importante es el equipo. Sin el equipo Nolo no hubiera resaltado como lo hizo. Por eso estuvo en boca de tantos clubes y se encuentran donde está. Si el equipo funciona, cualquier jugador que pueda entrar se adaptará y le podremos sacar lo mejor.

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