El fútbol se percibe en función de los resultados, sobre todo del último. Por eso, al Celta de Berizzo le toca afrontar el arranque del nuevo campeonato en un ambiente diferente al de los dos años anteriores. En 2014 y 2015, el conjunto celeste preparó el primer compromiso de Liga tras golear en Vigo al Cagliari y al Genoa (4-0 en ambos). Así resulta sencillo arrancar con buen ánimo.

Concluido el periodo de preparación de este verano, los célticos han de afrontar la visita del Leganés con la carga de la derrota en Frankfurt (3-1). Cuando resta una semana para iniciarse el campeonato, Berizzo todavía está a la espera de al menos un refuerzo y las obras en Balaídos ya han originado algún contratiempo, como la suspensión del Memorial Quinocho. El torneo servía como presentación del equipo ante la afición, tras desaparecer el Ciudad de Vigo, y en las dos últimas ediciones dejó muy buenas impresiones sobre el proyecto deportivo que dirige el argentino.

La buena dinámica de las últimas temporadas se rompió el domingo en Alemania, donde los desajustes defensivos lastraron a un equipo que notó la ausencia de Cabral, del que Berizzo prescindió para esa cita por saltarse un entrenamiento.

Si un equipo es el reflejo de su estado de ánimo (Valdano dixit), el Celta parece necesitado de algunos ajustes para recuperar la ilusión que le permitió arrancar como un cohete las dos últimas temporadas. En ésta le espera el regalo de participar en las competiciones tras una década de ausencia.

falta de gol

El Celta afronta el reto de tener que suplir la marcha de Nolito, el jugador que más goles marcó en los tres últimos años para los célticos. Además de un atacante de banda, Berizzo solicitó al club la contratación de un mediapunta con pegada. Este fichaje no acaba de cerrarse. Entre Pione Sisto, Bongonda y Naranjo, que pelean por el puesto que dejó vacante el sanluqueño, han sumado cuatro tantos esta pretemporada, del total de diez que ha conseguido el equipo en nueve amistosos. Aspas, con dos, Drazic, Radoja y Brais Méndez completan la lista. El Celta dobló hace un año el balance goleador de este verano. Aspas, recién retornado a Vigo, obtuvo 5, por 3 de Guidetti. El sueco no se ha estrenado en esta ocasión, a pesar de que se espera que crezca como rematador en la Liga española.

Fragilidad en defensa

Mientras parte del celtismo mantiene abierto el debate de si el club ha de atender la petición de Berizzo de contratar un portero, la defensa ha sido uno de los puntos débiles en estas semanas de preparación. A diferencia del curso pasado, el Celta se ha reforzado con dos zagueros (Roncaglia y Lemos), además de recuperar al cedido David Costas. A pesar de multiplicarse los efectivos, la zaga celeste ha hecho aguas en numerosas ocasiones. La fragilidad del sistema de contención quedó patente en Frankfurt, ante un Eintracht que pudo golear ante las facilidades que le concedió el rival. Roncaglia ha respondido mejor como lateral derecho que como central. Lemos tendrá que pelear duro para desbancar a Hugo Mallo de ese flanco de la defensa céltica, que está pendiente de la recuperación de Fontás, ausente en la última semana por problemas familiares.

La ilusión de los jóvenes

Bongonda, Drazic, Señé y Naranjo afrontan una temporada importante, pues se espera de ellos que aporten minutos de calidad al equipo. El belga ha sido una de las buenas noticias del verano, aunque se le presenta otro año de dura competencia para conseguir la regularidad deseada. Drazic dejó una buena actuación, con gol, ante el Sassuolo, al igual que Naranjo frente al Pescara.

CAntera

A pesar de que la cantera de A Madroa ha perdido peso en la plantilla celeste, los continuos problemas físicos de Radoja pueden abrir la puerta a un Pape Cheikh que con 19 años recién cumplidos reclama más protagonismo en la mejor liga del mundo. El club también espera mucho del portero Iván Villar, ahora la alternativa a Sergio Álvarez tras la lesión de Rubén Blanco. El centrocampista Brais Méndez es el otro canterano que ha brillado en la pretemporada.

Gestión de la plantilla

Acostumbrado a manejarse con una plantilla muy ajustada en Vigo en los últimos dos años, a Berizzo se le presenta la difícil papeleta de trabajar con un grupo de veinticinco futbolistas. El técnico solicitó más personal para afrontar las tres competiciones, pero habrá que comprobar si todos los futbolistas están dispuestos a asumir el papel que le reserve el argentino y cómo eso lo encajará en el grupo.