En el deporte como en la vida, aquellos que compiten por algo son los únicos capaces de alcanzar el premio. En este caso, la recompensa es acudir a los Juegos Olímpicos. Y el premio "gordo" sería desde luego volver a tu tierra con una medalla colgando del cuello.

La primera expedición del equipo olímpico español despegó ayer rumbo a Río de Janeiro para participar en los Juegos de la XXXI Olimpiada, con los mejores deseos de los Reyes de España, que acudieron a despedirlos.

El rey Felipe VI, abanderado en los Juegos de Barcelona 92, deseó "muchos éxitos" a los 320 miembros de la expedición española que volaron a la ciudad brasileña, entre los que se encontraban 190 de los 360 deportistas que participarán en la cita deportiva por excelencia. "Seréis durante unas semanas la ilusión de toda la sociedad española", afirmó el jefe del Estado.

Junto a ellos, el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco. "El equipo está preparado, dispuesto y solo quiere competir", declaró Blanco.

Esta primera avanzadilla de 190 mujeres y hombres de diferentes habilidades deportivas combinan la experiencia de los más veteranos y el ímpetu y la ilusión de los más jóvenes, que encaran su primera cita olímpica y cuyo esfuerzo de toda una vida cobra sentido.

Es la esperanza que ejemplifica Iñaki Villanueva, uno de los jugadores del equipo de rugby a 7 español que participará por primera vez en unos Juegos, que ha visto recompensadas las horas de entrenamiento durante su carrera deportiva.

"Ahora mismo, mi vida deportiva acaba de tener sentido por haber conseguido la plaza", resaltó un Villanueva que confesó que en el día de ayer no se lo podía creer e incluso le costó conciliar el sueño.

Un "sueño desde pequeñita" es lo que ha tenido la judoca María Bernabéu, que también encara su primera presencia en unos Juegos. "Yo siempre he querido, pero no solamente ir, sino tener la posibilidad de sacar una medalla; entonces yo creo que mi objetivo es ese, subir al podio", deseó la judoca.

Pero las esperanzas de medalla no son sólo para los más novatos, también son para aquellos que ya saben lo que es triunfar en unos Juegos Olímpicos.

Es el caso de la nadadora Mireia Belmonte, doble medallista de plata en Londres 2012, que confía en tener que hacer hueco en sus maletas para traer nuevas preseas: "Hombre, si me traigo alguna, que espero que sí, hay sitio siempre".

Belmonte y el resto de sus compatriotas ya esperan en Brasil a la segunda expedición que partirá también desde Madrid el día 4 de agosto, víspera de la ceremonia inaugural, que dará el pistoletazo de salida a 16 de competición en el mayor evento deportivo internacional.