Cientos de seguidores reclamaron durante diez minutos que la plantilla volviese al campo para festejar un triunfo que permite al Celta soñar incluso con la Liga de Campeones. Como ocurrió hace unas semanas en Gijón, los jugadores del equipo vigués salieron en zapatillas y con varias banderas del club para agradecer el apoyo incondicional de los aficionados, la mayoría perteneciente a las peñas que se sitúan en la esquina de Río Bajo con Fondo, como el colectivo Irmandiños. A la fiesta se unieron otras agrupaciones de aficionados de Marcador, como Comando Celta.

Los jugadores se dirigieron hacia el público, que comenzó a invadir el campo ante la pasividad de la policía y de los servicios de seguridad contratados por el club. Guidetti fue manteado por varias decenas de aficionados que se encontraban en el césped. El mayor baño le multitudes se lo llevó Nolito, que continuó participando de la fiesta del celtismo cuando sus compañeros regresaron a los vestuarios, ya sin camisetas. Las prendas de vestir habían sido regaladas a los seguidores que ayer prolongaron la fiesta.