Andreu Fontás rompió ayer varios meses de silencio para referirse a la difícil temporada que ha tenido que soportar por culpa de una larga e incómoda lesión en el tendón de Aquiles de la que el zaguero catalán se está por fin recuperando después de pasar por el quirófano a mediados del mes pasado en Suecia. El defensor celeste compareció ayer en la sala de prensa de A Madroa para explicar cómo avanza su recuperación y, de paso, alabar la gran temporada que está realizando el Celta, con el que Fontás confía en disputar la próxima temporada competición europea. La actual campaña, según dijo, es ya historia para él y todos sus esfuerzos se centran en llegar en perfectas condiciones al inicio de la próxima pretemporada.

"Ha sido una temporada dura, para olvidar, solo queda centrarse en que vendrán tiempos mejores", aseguró el defensa céltico que, tras permanecer un tiempo en reposo por la operación, se dispone a iniciar el proceso de rehabilitación para su total restablecimiento. "He dejado atrás las muletas y prácticamente ya realizo vida normal. Los peores momentos ya han pasado. Ha sido bastante duro psicológicamente porque no acabábamos de ver claro qué era lo que tenía. Ahora sólo pienso en recuperarme y empezar la próxima temporada a tope", destacó.

Fontás recordó que ésta es la segunda lesión de gravedad que le toca superar en su carrera futbolística, tras recuperarse, antes de firmar con el Celta, de una rotura de ligamento cruzado en la rodilla derecha y dijo que no se arrepiente de haber intentado un protocolo conservador, pesar de que sus apariciones en los partidos del Celta pueden contarse esta temporada con los dedos de la mano.

"Lo más duro de estos últimos meses ha sido recaer continuamente cada vez que intentaba forzar. Los problemas empezaron durante la pretemporada con un pequeño pinchazo entre la zona del tobillo y el sóleo. Al iniciarse la Liga, el doctor me pinchó en el hueso y pude jugar con una pequeña molestia, pero todo se complicó cuando sufrí otro pinchazo al final del partido contra Las Palmas", explicó. Y precisó: "Luego jugué en Sevilla y me encontré fatal. También quise forzar para el partido del Barça pero me volví a sentir muy mal. Decidimos parar un tiempo, intenté forzar de nuevo pero cada vez que jugaba me encontraba peor. Y ya en el partido contra el Deportivo volví a notar un pinchazo que me hizo pedir el cambio. Ahí se acabó todo".

Por una u otra razón, Fontás confesó que no llegó a jugar un solo partido sin molestias, pero se mostró convencido de que, después de operarse en Suecia, el problema de fondo está solucionado. Ahora solo falta adquirir nuevamente tono competitivo para iniciar con renovadas energías el próximo curso, en el que tiene depositadas grandes expectativas. En este sentido, el defensa central del Celta elogió la "espectacular temporada" está realizando el conjunto que dirige Eduardo Berizzo.

El zaguero, que incluso cree factible la posibilidad de alcanzar una plaza en la Liga de Campeones, opina que el Celta debe marcarse metas a corto plazo en esta recta final de la competición. "Ojalá se llegara a la Champions, aunque está muy difícil. Pero el equipo está en una dinámica buenísima y quedan partidos para poder recortar puntos al cuarto, pero el objetivo es mirar al siguiente partido. Ahora viene el Deportivo, no hace falta que diga lo importante que el derbi es para nosotros, e ir marcándonos partido a partido para intentar llegar lo más alto que podamos en la tabla", declaró el central céltico.

Andreu Fontás elogió, por último, la gran temporada que, en su ausencia, ha realizado Sergi Gómez. "Ya lo dije cuando me sustituyó los primeros partidos. Está haciendo una temporada espectacular y ha madurado mucho como jugador", afirmó.