La selección española de balonmano arranca hoy (18:30) su andadura en el Europeo de Polonia con un exigente examen ante la joven y pujante Alemania, que pondrá a prueba la condición de aspirante del conjunto español.

Tras deslumbrar durante la fase de preparación, España deberá ratificar en Breslavia las excelentes sensaciones que dejó la semana pasada en el Torneo de Irún, en el que los "hispanos" se impusieron de manera convincente y contundente a rivales de la talla de Suecia o Polonia.

Para ello, el conjunto español confía en la madurez de un grupo que no ha faltado a su cita con las semifinales desde el Mundial de Suecia 2011 y que cuenta en esta ocasión con el refuerzo del portero Arpad Sterbik, un factor que puede ser determinante, para que España luche por un oro, que aseguraría además la presencia en los Juegos de Río.

Un largo y tortuoso camino que los de Manolo Cadenas iniciarán hoy ante una renovada selección alemana, que en nada se parece, desde la llegada del técnico Dagur Sigurdsson, al grisáceo equipo que competición a competición iba rebajando su peso en el concierto internacional.

El fichaje del preparador islandés ha propiciado una auténtica revolución en el conjunto germano, que no sólo ha renovado su plantel con la llegada de numerosos jóvenes, sino que además ha modernizado un estilo de juego, que se había quedado obsoleto en los últimos años.

Circunstancia que complicará notablemente el debut en la competición de los "hispanos", que ya saben del potencial de la nueva Alemania, tras caer derrotados ante los germanos por 29-28 en el encuentro de la fase de clasificación disputado el pasado mes de abril en Mannheim.

España volverá a apostar en defensa por su tradicional 6-0 con constantes salidas a los nueve metros para evitar los lanzamientos lejanos de cañoneros como los laterales Cristian Dissinger o Fabien Wiede, punta de lanza de la nueva generación de internacionales alemanes.

Para vencer a Alemania, el conjunto español no sólo deberá aplicarse en defensa y deberá dotar de la mayor fluidez posible a su juego ofensivo para superar un agresiva y fortísima defensa germana.

Dos "torres" que obligarán a España a mover con mayor velocidad que nunca el balón en ataque si quiere encontrar a sus jugadores de segunda línea, básicos en su esquema de juego, en especial, el pivote Julen Aginagalde, que volverá a ser la referencia ofensiva de la selección.

Una velocidad de balón que se encargarán de aportar los centrales Raúl Entrerríos, en un gran momento de forma, y Joan Cañellas, que llega, como el mismo aseguró, "a un 85 por ciento de sus posibilidades", tras varias semanas aquejado de una fuerte lumbalgia.

El seleccionador español, Manolo Cadenas, decidió finalmente inscribir ayer a tan sólo quince jugadores para el partido con Alemania, en espera de la evolución de Víctor Tomás, convaleciente de la reacción alérgica por ingesta alimentaria que le obligó a pasar la tarde del jueves en el hospital.