Trabajo muy profesional en el Carranza, que adelanta el camino hacia los cuartos de final. A un equipo tan limitado en efectivos como el céltico siempre le conviene ahorrar energías. La eliminatoria contra el Cádiz duró lo que tardó en producirse el primer error local. El Celta se comportó como un grande en la exhibición de sus virtudes y también en la crueldad de ese golpe. Su mérito añadido es sacudirse definitivamente el letargo. Victoria matizada por la entidad del adversario, pero importante tras las dos derrotas ligueras. Ganar es también una rutina que no debe perderse.
Radoja trae luz
El Cádiz buscó ahogar al Celta igual que el Málaga. Los rivales exploran ese sentimiento de orfandad que queda a la estela de Augusto. Fue cuestión de tener paciencia y asentarse. Borja Fernández es mejor remedio, aunque sea puntual en esta etapa de su carrera, que la forzada reconversión de Sergi Gómez. Radoja se gusta con más libertad. Es una de las razones, más allá de lo numérico, por las que Berizzo quiere otro pivote. Pero el serbio tiene calidad para suplir a Augusto. Lo demostró en sus primeros meses en Vigo. Necesita encadenar varias semanas de buena salud que le proporcionen frescura.
El crecimiento de mallo
Hugo Mallo cometió pecados de juventud. Pero es un jugador destinado a marcar época en el Celta. Tiene autoridad dentro de la cancha, agresividad bien canalizada, capacidad de intimidación. Está creciendo fuera del campo, con el nacimiento de su hijo, y dentro, concienciado de lo que significa el brazalete. A medio plazo o antes, quizás ya la próxima temporada si se fichan los refuerzos necesarios, el club debería plantearse su mudanza definitiva al eje defensivo, desde donde puede proyectar mejor su jerarquía.
gracias a las rarezas
Las rarezas de Orellana lastran su carrera. Condicionan su caché. Enturbian su valoración. Y el Celta debe agradecerlas. Porque Orellana en su plenitud, esa que solo ha conseguido en Vigo, es un futbolista de talla mundial y se merecía tantos pretendientes como Nolito.
cuartos apasionantes
El Celta llegará a cuartos sin haber distraído energías. La próxima ronda, sin embargo, ya requerirá la máxima competitividad. Barça, Valencia y Sevilla están prácticamente clasificados. Estarán probablemente el Atlético y el Deportivo. Entre Athletic y Villarreal, poco importa. Quizás Las Palmas, que ayer ganó en Eibar por 2-3, sea el rival más apetecible. Es ahora cuando realmente Berizzo debe decidir si apuesta por la Copa.
