El Celta transita por la Liga a paso de récord. Cada nueva jornada el conjunto que dirige Eduardo Berizzo riza el rizo para superarse a sí mismo pulverizando registros históricos y actuales. De momento, en una temporada en el que el objetivo marcado es la salvación, los celestes son, a tres jornadas para que concluya la primera vuelta, el único equipo que resiste el ritmo de los tres gigantes del torneo, el Barcelona, el Atlético de Madrid y el Real Madrid, que les superan en 4 -rojiblancos y azulgranas, estos con un partido menos- y 2 puntos, respectivamente.

Los celestes aguantan el tirón de los grandes después de haber permanecido 15 de las 16 jornadas disputadas hasta la fecha en zona de Liga de Campeones -solo estuvieron por debajo de la cuarta plaza en la duodécima- son, a estas alturas de competición, el mejor Celta de la historia en 50 temporadas en Primera División y presumen también de ser el equipo más eficiente de la Liga a domicilio, por delante del Atlético de Madrid.

Con semejantes antecedentes y el equipo ya clasificado para los octavos de final octavos de final de la Copa del Rey, donde la aguarda el modesto Cádiz, de Segunda División B pocos son los que dudan que el Celta acabará firmando una campaña histórica. Y se ha propuesto conseguirlo con la plantilla más corta de la categoría (apenas 20 efectivos del primer equipo) que han obligado a tirar de versatilidad y echar mano de los jóvenes talentos de la casa para resolver los numerosos problemas de bajas que han aquejado al equipo, especialmente a la defensa, pero también a los prebostes de la delantera y el medio campo. Tras marcharse al corto parón navideño con una brillante actuación frente al Granada en Los Cármenes en difíciles circunstancias, el dato más llamativo seguramente es que el Celta ha conseguido su más alta puntuación de la historia a decimosexta jornada de Liga: 31 puntos.

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La cifra, impensable para un equipo que lucha por la permanencia (el descenso está a nada menos que 17 puntos), supera en tres los conseguidos por Víctor Fernández en el histórico curso 1998-99, el que situó al Celta en el mapa europeo como referente del fútbol creativo y en el que el equipo celeste concluyó la primera vuelta con mayor puntuación de la historia: 34 puntos. A Berizzo le bastará con una victoria y un empate en los próximos tres partidos (Athletic, Málaga y Atlético) para mejorar sus números.

Existen otros dos precedentes a los que el Celta llegó con 28 puntos. Ocurrió en la remota campaña 1949-50, a las órdenes de Luis Casas Pasarín, y en la temporada del cambio de siglo 1999-00, también con Víctor Fernández al timón de la nave céltica. En ambos casos, el equipo firmó una trayectoria descendente en la segunda vuelta, pues los célticos concluyeron la Liga en sexta y séptima posición, respectivamente.

En el curso 1997-98, con Javier Irureta, el equipo vigués firmó 27 puntos y volvió a la UEFA 27 años después de su primera participación. La misma cifra obtuvo con Miguel Ángel Lotina en la única campaña en que los celestes han conseguido plaza, como cuartos clasificados, en Liga de Campeones.