El largo litigio que ha sostenido Marta Domínguez en instancias federativas, comités de competición, jurisdicción ordinaria, la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) y finalmente ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), ha terminado en tres años de suspensión y la pérdida de su título mundial de 3.000 m.obstáculos.

Cuando la palentina, hasta hace cuatro años considerada la mejor atleta española de todos los tiempos, lleva ya dos temporadas compitiendo como una más entre las corredoras populares, el TAS ha certificado la pérdida de su reputación aunque su figura ya estaba en entredicho desde que su nombre apareció de algún modo relacionado con las operaciones Puerto y Galgo.

Las anormalidades detectadas en su pasaporte biológico han dictado, finalmente, sentencia en un caso cuya resolución en el TAS se ha demorado por un periodo anormalmente prolongado: casi cinco meses se ha tomado el alto tribunal para emitir su fallo desde la audiencia celebrada los días 24 y 25 de junio pasado en Lausana.

La IAAF solicitaba para Marta cuatro años de suspensión, la Agencia Mundial Antidopaje reclamaba entre dos y cuatro. El TAS ha tirado por la calle de en medio: tres.

Marta Domínguez está en la actualidad retirada del atletismo y hasta la disolución de las Cámaras tras la convocatoria de las elecciones generales, ha sido senadora del Grupo Popular por Palencia.

La retirada de su nombre de las listas iniciales del PP al Congreso por Madrid -las oficiales acaban de ser publicadas en el BOE-, anticipaba ya un desenlace desfavorable para su caso.

La IAAF y la AMA recurrieron al TAS hace 14 meses tras la decisión de la Federación Española de Atletismo, el 20 de marzo del 2014, de no sancionar a Marta Domínguez por irregularidades en su pasaporte biológico coincidiendo con el tiempo en que la palentina obtuvo el título mundial de 3.000 metros obstáculos en Berlín 2009.

El 17 de agosto de aquél año Marta batió en el estadio Olímpico berlinés, con un tiempo de 9:07.32 (entonces mejor marca mundial del año), a Yulia Zaripova, campeona dos años después en Daegu y oro olímpico en Londres 2012, que en 2013 fue sancionada por irregularidades en su pasaporte biológico y fue despojada de su título olímpico.

Marta Domínguez había sido absuelta en 2012 de todos los cargos de dopaje relacionados con la Operación Galgo, que había estallado dos años antes, pero en 2013 su nombre volvió a verse relacionado con irregularidades, ahora en el pasaporte biológico, denunciadas por la IAAF a la Federación Española.

La IAAF consideraba que los valores sanguíneos presentes en su pasaporte biológico entre el 5 de agosto de 2009 y el 4 de enero de 2013 apuntaban a un dopaje sanguíneo continuado y pedía cuatro años de suspensión para la palentina. Sin embargo, el Comité de Competición y Jurisdicción de la Federación Española no la halló culpable y en diciembre de 2013 decidió no sancionarla. La IAAF y la AMA recurrieron en abril de 2014 al TAS que tras un largo periodo ha decido condenarla.