El McLaren más frustrante

Las declaraciones de Fernando Alonso, llenas de vitalidad y optimismo de cara al futuro, se hacen muy difíciles de digerir por parte del aficionado, que ve carrera tras carrera cómo el McLaren-Honda suma una decepción tras otra. El piloto asturiano aseguraba el pasado jueves en el circuito paulista de Interlagos, escenario hoy del Gran Premio de Brasil, penúltima cita del campeonato, que sentía que la temporada llegara a su fin cuando el monoplaza empezaba a ser competitivo. Pero la realidad, terca, se empeña en llevarle la contraria...

Si en el GP de México, hace dos semanas, la carrera se terminaba para el ovetense cuando ni siquiera había completado la primera vuelta, en Interlagos nos encontramos con el McLaren más frustrante de todo el curso. El monoplaza de Alonso se quedó parado en la segunda tanda de entrenamientos libres tras sufrir una avería en su motor, y ayer no lograba siquiera completar una vuelta cronometrada en la sesión de clasificación, con lo que hoy volverá a salir desde el fondo de la parrilla.

Poco mejor le fueron las cosas a su compañero Jenson Button, eliminado en la primera Q1 tras una mejor vuelta en 1:13.425, sólo por delante de los Manor del estadounidense Rossi (1:16.151) y el británico Stevens (1:16.283).

En el paddock se mantiene que Honda tiene identificado el problema de su propulsor, pero que la Federación le impide realizar nuevas modificaciones. Todo quedará, pues, para el próximo año. En Brasil, así, toca seguir sufriendo, como dentro de dos semanas en el cierre de Abu Dabi. La pole, quinta consecutiva y sexta de la temporada, fue para el alemán Nico Rosberg (Mercedes), que con 1:11.282 superó en menos de una décima a su compañero de equipo y ya campeón Lewis Hamilton (1:11.360). Tras ellos en la segunda fila estarán los Ferraris del alemán Vettel (1:11.804) y del finlandés Raikkonen (1:12.144). El madrileño Carlos Sainz saldrá undécimo.