El Celta se niega a descolgarse de los primeros puestos de la clasificación. Le da igual que los puntos necesarios para seguir a rebufo del Real Madrid y el Barcelona tenga que conseguirlos en Anoeta, donde no ganaba un partido de Liga desde 1999. Ayer, los de Berizzo rompieron dieciséis años de esa mala racha con otra actuación excelente y cargada de dificultades. Porque Aspas tuvo que igualar en dos ocasiones los goles de Agirretxe y cuando parecía que el bonito duelo entre dos equipos valientes acabaría en tablas llegó un lanzamiento desde fuera del área de Pablo Hernández para romper la igualada y darle la sexta victoria del curso a un Celta que continúa invicto a domicilio en una temporada en la que puede conseguir algo importante en esta Liga de las estrellas.

Ahora mismo, nadie conoce los límites de un equipo que se presenta con el mayor descaro del mundo ante cualquier rival y en cualquier escenario. Ayer, de hecho, no parecía el momento adecuado para ganar en un campo tan inhóspito para los célticos como Anoeta.

Los de Berizzo llegaban a la cita después de sufrir ante el Real Madrid su primera derrota del curso y sin dos de sus puntales. Cabral y Augusto Fernández se habían quedado en Vigo por sanción. El técnico argentino solucionó las ausencias de la pareja argentina con lo esperado: entraron Andreu Fontás y Radoja.

Enfrente, los célticos se encontraron con una Real Sociedad con los mismos jugadores que habían goleado al Levante a domicilio. David Moyes, con dificultades para continuar en el cargo, confiaba en un equipo con Bergara, Illarramendi y Zurutuza manejando el centro del campo, mientras que Xabi Prieto, Agirretxe y Carlos Vela ejercían como atacantes.

Sorprende que un equipo con esos peloteros sufra tanto en casa. Es más, ayer se presentaba ante la revelación de la Liga sin ninguna victoria en Anoeta, mientras que el Celta llegaba invicto como visitante, después de haber acudido a plazas tan difíciles como Sevilla o Villarreal.

Aunque la más complicada en los últimos tiempos era Anoeta, donde había empatado el año pasado y el anterior había dejado escapar un 1-3 a favor. Además, los de Berizzo se encontraban ayer con Vela y con Agirretxe, que acostumbran a realizar grandes jornadas contra los celestes.

El atacante vasco se presentaba al partido de ayer con seis goles en su cuenta. Su inicio de campeonato ha obligado a Moyes a dejar en el banquillo a Jonathas, el fichaje estrella de los blanquiazules.

En este caso, la ausencia de Cabral dificultaba la labor para atar en corto al veterano atacante, que ayer volvió a exhibir una gran efectividad en el remate. Aprovechó los despistes en el marcaje de Fontás, al que ayer le pesó el mes de inactividad por las lesiones, para superar a un Sergio Álvarez que nada pudo hacer para evitar que la Real se adelantase en el marcador a los diez minutos de juego.

Dio igual que el Celta amenazase primero, pero ni el remate de Nolito ni el lanzamiento de Pablo Hernández sorprendieron a Rulli.

En cambio, Agirretxe buscó la espalda de Fontás para rematar un excelente centro desde la izquierda de Zurutuza.

El Celta se encontraba con un resultado adverso tras la primera ocasión del rival. Tocaba remontar. Pero el equipo de Berizzo está acostumbrado a ello y nunca se rinde, siempre da la cara.

Después de reclamar un penalti por un empujón, Aspas desvió el balón que había lanzado Radoja desde fuera del área. El toque del moañés sorprendió a Rulli. En siete minutos respondía el equipo celeste al gol de la Real Sociedad.

Con un juego de ida y vuelta entre los dos equipos, el partido llegaba a los veinte primeros minutos con un balance de cinco ocasiones para el Celta y tres para la Real Sociedad, que mostraba al rival que también sabía crear peligro por las bandas. Zaldua y Yuri, sobre todo el segundo, tenían mayor incidencia en el juego ofensivo de su equipo que Mallo y Jonny en el suyo. Y por la banda izquierda de los blanquiazules llegó el segundo tanto realista. Yuri pinchó el balón que caía de las nubes y se marchó hacia la línea de fondo para centrar un balón que Agirretxe enganchó con la izquierda sobre la marcha, superando otra vez a Fontás.

La Real volvía a adelantarse en el marcador (minuto 36). Al Celta se le ponía cuesta arriba el partido otra vez. Había que intentarlo en la segunda mitad. Aspas tardó diez minutos, tras la reanudación, en encontrar con la cabeza un gran centro de Wass desde la derecha para superar de nuevo a Rulli. El moañés recuperaba la efectividad tras un par de jornadas de dudas.

Tuvo Aspas el triplete en la pierna derecha, pero el balón se le marchó fuera. Como ya es habitual, el Celta imponía su mejor condición física en la recta final del partido. Los de Moyes aprovechaban a los jugadores de refresco, sobre todo Bruma, para crear peligro ante Sergio, que tuvo que seguir achicando balones, como le ocurría a Rulli cuando los célticos encontraban espacios para atacar.

Porque nadie daba tregua ayer en un partido en el que apareció Guidetti, en sustitución de Aspas. Berizzo esperó hasta el minuto 82 para mover el banquillo. El sueco volvió a desperdiciar una clara ocasión ante el meta rival, como le ocurrió la semana pasada contra el Real Madrid. Tuvo el tanto de la victoria en sus botas. Pero entonces apareció Pablo Hernández, el jugador que no acaba de convencer a una parte del celtismo, para recoger un balón fuera del área y lanzar un zurdazo que superó a Rulli.

Faltaban dos minutos para el final del partido y el Celta conseguía romper una larga etapa sin ganar en Anoeta. Los de Berizzo están empeñados en impedir que la Liga española se convierta de nuevo en un duelo de dos. Siguen a rebufo del Real Madrid y el Barcelona en lo alto de la clasificación.