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Un campo de referencia para ser líder

El Celta regresa a El Madrigal, donde fue el primer visitante de Primera antes de iniciar su brillante etapa europea - En Villarreal explotó la cantera de A Madroa y Berizzo comenzó a modelar su equipo sin Krohn-Dehli

Partido del Celta Villarreal la temporada pasada // R. Grobas

En su medio siglo en Primera División, El Madrigal asoma en la historia del Celta con varias referencias destacables. De hecho, los célticos fueron los primeros en visitar al Villarreal en su debut en la máxima categoría. Fue el 12 de septiembre de 1998. La visita del próximo domingo al ahora denominado Estadio de la Cerámica -por el sector industrial al que se dedica su presidente, Fernando Roig- será la décima de los célticos, que en las anteriores se llevaron dos triunfos, otros tantos empates y cinco derrotas. Entre el empate a un gol que se registró en aquel primer duelo en Primera y el 4-1 del pasado curso sobresalen momentos como la eliminatoria de Copa que protagonizó la cantera de A Madroa en 2010 y el bote de gas lacrimógeno que un desconocido lanzó al campo en 2014, paralizando el partido durante veinte minutos.

Regreso a europa

El Celta de Víctor Fernández se preparaba en septiembre de 1998 para regresar a la Copa de la UEFA veintisiete años después de su debut con el Aberdeen escocés. El Arges Pitesti rumano fue el rival que le correspondió a los célticos en la primera eliminatoria. Antes, el equipo vigués debía afrontar la segunda jornada de Liga en Villarreal. Y en la localidad castellonense se presentó un Celta plagado de talento, que llamó la atención del presidente del submarino amarillo: "Ojalá llegara a tener yo algún día un equipo como ese", apuntó Fernando Roig en la zona de vestuarios tras contemplar de cerca a los Mostovoi, Mazinho, Penev, Michel Salgado, Makelele, Karpin, Revivo, Cáceres y Djorovic, entre otros. Su Villarreal, recién ascendido, y que acababa de estrenarse ante su público, contaba en aquellos momentos con Palop, Serer, Albelda. Craioveanu y Christiensen, que formaban un once para no pasar apuros en la categoría. Craioveanu abrió el marcador y Penev lo igualó al concluir una extraordinaria jugada de Mostovoi. Tras el partido, la expedición céltica tomó rumbo a Rumanía para iniciar su etapa más brillante en Europa. A continuación, media docena de veces casi seguidas visitaría el Celta la localidad castellonense. Destaca la goleada (5-0) que recibió en la campaña 2002-2003. Ese día, Guayre se convirtió en uno de los verdugos del equipo que dirigía Lotina. El canario anotó dos goles.

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éxito de la cantera

Los deseos de Roig se hicieron realidad en menos de una década y el Villarreal fue subcampeón de Liga y se plantó en una semifinal de la Liga de Campeones. Mientras tanto, el Celta peleaba por sobrevivir en Segunda División. Eusebio Sacristán había apostado por la cantera como solución para paliar la falta de recursos económicos del club vigués. Los célticos se emparejaron con el Villarreal en los octavos de final de la Copa del Rey en la temporada 2009-2010. Tras igualar a un gol en Balaídos, los celestes se presentaron en El Madrigal el 12 de enero de 2010 con pocas opciones de superar la eliminatoria. Sin embargo, la cantera de A Madroa demostró carácter y calidad para plantarle cara a uno de los mejores equipos de la Liga. Hasta nueve canteranos jugaron aquella noche contra el Villarreal. Los Cazorla, Pires, Senna, Rossi, Diego López, Godín, Capdevila y Bruno Soriano -capitán ahora del submarino amarillo- cayeron ante los célticos en el tiempo de descuento. Trashorras transformaba un penalti que el excéltico Ángel López había cometido sobre Botelho. El grito de Yoel, arrodillado sobre el césped y con los brazos en alto, resumía la enorme alegría de los chavales de A Madroa, representados allí por Aspas, Mallo, Abalo, Túñez, Vila, Toni o Mateo Míguez.

gases lacrimógenos

De regreso a la máxima categoría, el Celta volvió a El Madrigal el 15 de febrero de 2014 con un equipo, dirigido por Luis Enrique Martínez, que llamaba la atención por su juego descarado y de toque, al que no le temblaban las piernas ante la adversidad, como puso de manifiesto en aquella jornada. El partido no se resolvió hasta el tramo final. Y entre los goles de Orellana y de Nolito, un desconocido provocaba el pánico en el estadio villarrealense al lanzar un bote de gas lacrimógeno -como el utilizado por los ejércitos- que en principio se confundió con una bengala. Ante la irritación de ojos y molestias en la garganta, se ordenó el desalojo del público y el árbitro dio por finalizado el partido, primero, y lo reanudó después con veinte minutos de retraso. El Celta se llevó una gran victoria y un pequeño susto.

goleada sin krohn-dehli

El curso pasado, el Celta se presentó en Villarreal con la ilusión de ampliar a seis la racha de victorias consecutivas en Liga. Ante la ausencia de Krohn-Dehli por lesión, Berizzo modificó el dibujo táctico: jugó con tres centrales y con Augusto como lateral derecho. Fue un fracaso. Su equipo renunció a la posesión del balón y se llevó una goleada (4-1). El internacional danés ya había decidido no renovar con el Celta, pues se había comprometido de palabra con el Sevilla. Ese día, el equipo vigués comenzaba a afrontar el futuro sin Krohn-Dehli, que se había convertido en el catalizador del juego celeste. Con Wass y Augusto en el centro del campo, Berizzo ha resuelto el problema. Su equipo es ahora más vertical y ha protagonizado un arranque de campeonato espectacular. El domingo volverá a El Madrigal para discutirle el liderato al Villarreal.

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