Gustavo Cabral salió ayer al paso de las informaciones que le relacionaban con una presunta agresión a un joven en Bilbao, la madrugada del pasado domingo, tras el partido que el Celta disputó en Eibar (1-1). El jugador, a través de un comunicado del club vigués, "niega de manera tajante" los hechos denunciados a través de la emisora Onda Vasca, en su programa "Partido de vuelta".

En dicha radio habló el supuesto agredido, Iker Lemona, residente en la localidad vizcaína de Portugalete, quien aseguró que había presentado una denuncia en la Comisaría de Zabalburu de la Ertzaintza contra el futbolista argentino, aportando además un informe médico sobre una herida inciso-contusa en la región parietal derecha (lateral derecho del cráneo) y en el labio superior, además de policontusiones en varias partes del cuerpo.

Los hechos denunciados ocurrieron la madrugada del domingo, en la ciudad de Bilbao. "Salíamos de un bar y nos disponíamos a coger un taxi cuando un amigo me dijo que estaban pegando a otro. Había cinco personas allí y entre ellos estaba Cabral. Uno de ellos me rompió el labio y me pegó varias patadas", relató el supuesto agredido por el central del Celta.

"Gustavo Cabral niega de manera tajante que haya participado en disputa alguna en Bilbao en la madrugada del domingo, como ha aparecido en algunos medios de comunicación. Cabral asegura que las informaciones que lo involucran en esta disputa son totalmente falsas y reitera que en ningún momento tomó parte en ninguna discusión o pelea", señala el club en el comunicado que difundió en la tarde de ayer, horas después de que en medios digitales y redes sociales se diese cuenta de la información de Onda Vasca.

En su defensa, el zaguero céltico lamenta "la aparición de este tipo de falsedades, que podrían empañar su imagen y la del club", se señala en el escrito del Celta.

Por último, Cabral advierte a través del citado comunicado que este asunto no le afectará en la preparación del próximo compromiso de Liga que el Celta disputa mañana contra el Getafe en Balaídos (20.30 horas. "Asegura [el jugador] que no le causará distracción alguna y que su mente y la del resto de sus compañeros están puestas exclusivamente en el importante partido del viernes", concluye la nota del club.

Al finalizar el partido en Eibar, el Celta se trasladó a Bilbao, donde pernoctaron los jugadores y el cuerpo técnico, que al día siguiente volaron en vuelo chárter a Vigo.