La selección española de baloncesto perdió en el partido inaugural del Europeo 2015, ante Serbia por 70-80, tras quedarse sin recursos ofensivos cuando los balcánicos sacaron a relucir su genio de la mano de Teodosic y Bjelica.

La selección española comenzó bien, muy bien, en defensa y mal, muy mal, en ataque. Tardó cinco minutos en estrenar su marcador. Los lanzamientos no quisieron entrar y el equipo español sobrevivió gracias al hambre, a las ganas de su defensa, plena de ayudas, de intensidad y de anticipación.

Sergio Llull primero y Pau Ribas más tarde se encargaron de intentar 'secar' a Milos Teodosic, el más imprevisible de los bases europeos, con permiso de Sergio Rodríguez.

Con Pau inmenso en defensa pero romo en la ofensiva, lo mismo que Mirotic, tuvo que ser Felipe Reyes el que saliera al rescate y firmara la primera ventaja, 9-7 (min. 6.30). Scariolo gestionó los primeros veinte minutos como una partida de ajedrez, dando descanso a sus pesos pesados a la menor oportunidad, sabedor de que tanto el partido como el campeonato son muy largos.

Rudy Fernández llevó a sus compañeros a la victoria en primer cuarto por 21-11, desarbolando a un equipo serbio en el que su técnico, Sasha Djordjevic, tuvo que recurrir a la técnica muy pronto para intentar parar el aluvión de juego que se le vino encima.

En el segundo cuarto, la situación dio un vuelco tras la primera canasta española, porque Serbia reaccionó y supo adaptarse mejor a las situaciones extremas a las que les obligó la defensa española.

Serbia se fue acercando gradualmente en el marcador hasta que igualó a 34 a falta de 19 segundos. La ya típica jugada de Llull no se hizo esperar para anotar y marchar al vestuario con 36-34.

Scariolo recompuso el quinteto inicial y el planteamiento en la continuación, con Gasol y Mirotic. Esperando que su inmensa calidad comenzara a producir réditos en forma de puntos y no sólo de rebotes o tapones.

Pero fue Serbia la que desató sus habilidades y comenzó a meter canastas de todos los colores, mientras que los españoles se desesperaban ante su falta de acierto. En poco más de cuatro minutos, un parcial de 6-15, 49-60 (min. 28.50) pintó de negro el panorama.

España se quedó sin argumentos en su primera crisis en pista, más allá de la defensa, que poco a poco fue perdiendo efectividad y el tercer cuarto finalizó con un preocupante 52-62.

España comenzó a remar con Mirotic a los mandos de la situación, 56-62 (min. 32), pero los fallos en ataque y las genialidades de Teodosic lastraron la nave española, en la que poco a poco Scariolo fue introduciendo a los remeros titulares.

A falta de cinco minutos para el final, Pau firmó el 60-64 y entreabrió las posibilidades de victoria. Ribas, espléndido en el tiro de larga distancia, clavó un triple que fue contrarrestado de inmediato por Bjelica. España cargó el juego con Gasol y los tiros libres fueron estrechando el marcador, 66-69 (min. 37.15), 68-69 (min.38) y 70-71 (min.38.20).

Bjelica se inventó un triple y Bogdanovic remató la faena con otro mortal de necesidad. España no tuvo armas suficientes para conseguir la victoria. Y ahora deberá rearmarse en 24 horas, porque ante Turquía (hoy, 21.00 horas) se juega mucho.