El Arsenal volvió a salvar la temporada gracias a a la FA Cup. Una nueva clasificación para la Champions League no era suficiente y los del norte de Londres se plantaron por segunda temporada consecutiva en la final de la principal competición copera del país. El Arsenal se convierte, con 12 títulos, en el club que más veces ha ganado la copa más antigua del mundo y la más especial, sobre todo por el sistema de partido único y las constantes sorpresas de equipos pequeños año tras año. Supera al Manchester United con sus dos entorchados consecutivos. En la mitad de esas 12 FA Cup estuvo Arsène Wenger, el mítico entrenador que, sin embargo, tiene fama de no ser un gran ganador de títulos, al menos desde su última liga en 2004. Este año apuntaba a que volvería a ser una temporada en blanco para los gunners, pero a partir de enero el equipo empezó a funcionar de maravilla, ganando partidos y enamorando con su fútbol, que al fin y al cabo es lo que siempre busca el técnico alsaciano.

La tremenda temporada del exbarcelonista Alexis Sánchez, que coronó ayer con un potente disparo que suponía el 2-0, es una de las aportaciones más destacadas del Arsenal esta temporada. El brillante atacante chileno mantuvo una regularidad que le permitió sumar 16 goles y 8 asistencias solo en Premier League. Sin embargo, buena parte del éxito final de los gunners está en el equilibrio alcanzado en el centro del campo gracias a la aparición del mediocentro galo Francis Coquelin. Desde los tiempos en los que Patrick Vieira ponía el equilibrio al "Arsenal de los Invencibles" Wenger no apostaba por una referencia en el medio del campo tan especialista en la recuperación de balones.

Este sábado, en la final, los londinenses se sabían superiores al Aston Villa, pero también en 2014 eran superiores al Hull City y sufrieron más de la cuenta. Esta vez no sería así. El Arsenal dominó el encuentro desde el primer momento y se mostró contundente en ataque. El gol de Walcott en el minuto 40 dejaba el partido visto para sentencia. En la segunda parte Alexis, Mertesacker y Giroud sellaron la goleada. El Aston Villa tenía, casi como único recurso, la obligación de poner balones para que su referencia, el belga Christian Benteke, pudiese marcar algún gol, pero en ningún momento hubo opción de sorpresa. Wenger salió a Wembley con los tres españoles en el 11 titular: Monreal por el lateral izquierdo, Bellerín por el derecho y Santi Cazorla brillando en el doble pivote y encargándose de la creación del juego ofensivo al lado de Coquelin. Alexis en la izquierda, Özil en la mediapunta y Ramsey por la derecha escoltaron a Theo Walcott, en punta. El internacional inglés dejaba en el banquillo al ariete titular de esta temporada, Olivier Giroud, y confirmó que la apuesta del entrenador fue acertada. David Ospina, que había ganado en los últimos tiempos la titularidad bajo los palos a Szczesny, vio la final desde el banquillo. Wenger prefirió al polaco en la final copera. La pareja de centrales fue la formada por Mertesacker y Koscielny, la más regular en liga para los arsenalistas.

Con la FA Cup de 2014 se disparaban los rumores sobre una posible salida de Wenger del club. Después de 9 años sin títulos por fin podría irse con buen sabor de boca y manteniendo al equipo en Champions, un objetivo en el que nunca falló. Sin embargo, el francés decidió seguir y todo apunta a que continuará también la próxima campaña, pues los londinenses ya están planificando sus fichajes con el técnico que les dirige desde 1996. Tres ligas y seis copas son un palmarés envidiable, aunque escaso para muchos, sobre todo cuando los ataques de rivales como Mourinho son constantes. La espinita clavada fue esa final de Champions perdida contra el Barça de Ronaldinho y Eto'o, una cota que parece muy lejana de igualar. Esta temporada, la máxima competición continental se tiró por tierra en un encuentro, en la ida contra el Mónaco. Imposible remontar en una eliminatoria en la que, en el global del juego, el Arsenal fue mejor. Sea por errores propios o por esa manía del sorteo en emparejar al Arsenal con el Bayern de Múnich, la Champions es la eterna asignatura pendiente de los gunners.

Wenger declaró en varias ocasiones que la construcción del Emirates Stadium supuso un peaje en la economía del club que le hizo pasar de ganar tres ligas en seis años a pasarse más de una década sin acercarse a vencer el torneo de la regularidad. Pero ahora pueden empezar a desembolsar importantes cantidades de dinero otra vez. Hace dos años lo hicieron por Özil y el verano pasado por Alexis. Todo apunta a que Wenger no quiere perderse la reconstrucción de un equipo grande, del equipo que asombró al mundo con atacantes como Dennis Bergkamp o Thierry Henry.

Vienen buenos tiempos en el Emirates, pero enfrente tienen gigantes con un músculo económico tan potente como el Chelsea o el Manchester City, así como a un Machester United que tampoco se ahorrará dinero en su empeño de volver a ser competitivo.