No habrá más Borja Oubiña como futbolista. El emblemático mediocentro oficializa su retirada en una rueda de prensa en el centro del terreno de juego, el espacio que ocupó durante años: "Acaba una etapa y es evidente que no finaliza como me hubiera gustado. Hubiera preferido que fuese diferente, pero hay que aceptarlo".

En una sentida intervención el capitán del Celta agradeció a quienes le han acompañado en su carrera: "Gracias a toda la gente que ha trabajado en el club y que me han ayudado a cumplir un sueño. Gracias al club por la paciencia que ha tenido conmigo, gracias a la plantilla por el trato que me han dado este año y que me han hecho sentir especial y también al cuerpo técnico por empujarme para llegar hasta aquí con la esperanza de despedirme en el campo". Su especial agradecimiento fue con el cuerpo médico con los que ha estado en permanente contacto en los tiempos duros de sus lesiones. Y muy cariñoso fue con la afición: "Me ha hecho sentir especial. Ellos lo han hecho diferente. Ahora paso al otro lado, junto a ellos".

Sobre su continuidad en el club Oubiña aseguró que siempre tuvo claro que lo haría en el caso de que "fuese útil. Lo normal es que siga en el club, intentar formarme aquí y ayudar a que el Celta sea mejor. Es lo que he tratado con el club y en unos días veremos en qué parcela".

Le hubiera gustado decir adiós en el campo "pero la naturaleza lo impide. Cometí el error de jugar sin ser competitivo y no quería cometerlo de nuevo. Solo lo haría si me sintiese competitivo. He disfrutado en el fútbol por tratar de ser mejor que el contrario. Yo mañana no podía serlo y por eso elegí no jugar".

Oubiña dijo que en febrero anunció al club que no seguiría: "Era darme cabezazos contra una pared y así se lo dije al club". Y en relación a su carrera resumió con "me voy sin ser el jugador que pensaba que iba a ser".

El presidente del Celta Carlos Mouriño destacó el carácter simbólico que tenía que la despedida se produjese desde el centro del campo que él había ocupado durante años y que hubiera sido imposible sin "el talento que tenía y tiene Oubiña". Mouriño destscó su papel en el vestuario del Celta porque "ahí les explicaba a los compañeros que lo primero era el equipo y ahí dentro se convirtió en un referente para los canteranos a los que ha cuidado y ha aconsejado siempre. Ejerció de gran capitán como hizo Manolo". El presidente le destacó en su parcela como futbolista y también como persona: "Siempre será un capitán".