El Celta dio ayer el primer paso para reforzar su línea defensiva con la renovación de Gustavo Cabral, cuya continuidad llevaba el club varias semanas negociando y que finalmente se concretó oficialmente a última hora de la tarde de ayer, poco antes de la llegada a la sede de Plaza de España de Pedro Pablo Hernández.

Cabral prolonga su contrato con el Celta por dos temporadas más, hasta junio de 2016, si bien el club se reserva una opción para extender unilateralmente su contrato por un año más. El club vigués adquiere además al jugador en propiedad. Cabe recordar que los derechos del jugador, que había jugado en los dos últimos años como cedido, pertenecían a un fondo de inversión argentino. El Celta no ha desvelado cuanto ha costado la adquisición en propiedad del futbolista.

La renovación de Cabral era prioritaria para el equipo celeste, que ha valorado el rendimiento del zaguero porteño en sus dos últimas campañas con el Celta, con el que ha llegado a disputar más de 50 partidos en Primera División.

El rendimiento de Cabral ha sido especialmente notable en esta última temporada, que acabó como titular indiscutible después de haber peleado durante todo el año por el puesto con el joven cantearon David Costas.

La renovación de Cabral es la primera piedra para el fortalecimiento de la defensa, que el Celta pretende mejorar con la incorporación de otro central y de al menos un lateral izquierdo. El bosnio Besic (que también puede jugar como pivote defensivo, lo que permitiría al club reforzar también el medio campo) y el lateral francés del Valenciennes Arthur Masuaku son los principales objetivos del club para esta parcela.

Al igual que la pasada temporada, el Celta se ha movido con rapidez para que el técnico inicie la pretemporada con el equipo más o menos armado. Por ahora ha completado su ataque con dos reputados atacantes (Hernández y Larrivey), ha renovado a Cabral y estrecha el cerco sobre Muhamed Besic, al tiempo que trabaja en las renovaciones de Yoel Rodríguez y Jota Peleteiro.