Miami Heat, vigentes bicampeones de la NBA, y San Antonio Spurs vuelven a medirse a partir de esta madrugada en las Finales de la NBA, reeditando el duelo del año pasado que se saldó a favor de los primeros en el séptimo partido, aunque con el factor cancha ahora a favor de la franquicia texana, y reuniendo de nuevo sobre la cancha a una constelación de estrellas como Lebron James, Tim Duncan, Dwayne Wade, Tony Parker, Chris Bosh o Manu Ginobili.

El vigente campeón, que afronta las cuartas Finales consecutivas, tiene por delante el reto de conquistar su tercer anillo sucesivo, objetivo que ninguna franquicia ha alcanzado desde que lo hiciesen Los Angeles Lakers de Shaquille O'Neal y Kobe Bryant (2000-2002).

Sin embargo, Miami afrontará una dura batalla frente a un rival vido de venganza, que perdió las Finales del año pasado después de ir dominando por 3-2. Los dos últimos triunfos de los Heat, arropados por su afición en el American Airlines Arena, provocaron que San Antonio perdiera por primera vez la batalla final por el anillo, después de adjudicarse las cuatro anteriores (1999, 2003, 2005 y 2007).

En esta ocasión, el factor cancha está del lado de los tejanos, que finalizaron la temporada regular como el mejor equipo de toda la NBA con un registro de 60-22, ocho triunfos más que su rival. Sin embargo, Miami, y especialmente LeBron James, han despertado a la hora de la verdad, cediendo apenas tres derrotas en su periplo ante Charlotte Bobcats, Brooklyn Nets e Indiana Pacers. Además, respecto al año anterior, el formato de estas Finales es 2-2-1-1-1 y no el 2-3-2. La teoría dice que San Antonio es el mejor equipo y Miami tiene las mejores individualidades.