Al menos cuatro aficionados del Nápoles han resultado heridos, tres de ellos por disparos de arma, en enfrentamientos en Roma antes de la final de Copa Italia entre ese equipo y el Fiorentina, según informan los medios de comunicación italianos.

Tres de los heridos fueron alcanzados por disparos en la calle de Tor di Quinto, en los aledaños del estadio Olímpico de Roma, cuando un grupo de ultras romanos, según los medios, atacaron a los hinchas del Nápoles.

Uno de los heridos, de unos 30 años, fue trasladado en estado grave al hospital por una herida de arma de fuego en el tórax, mientras los otros dos fueron heridos en una mano y en un brazo.

Según la primera reconstrucción, dos de los heridos, uno de ellos un policía de paisano que viajó a Roma a ver la final, fueron rodeados por un grupo de personas con acento romano y tras un enfrentamiento se oyeron los disparos.

Los medios italianos informaron de que la pistola fue encontrada cerca de la calle donde se produjeron los disparos tras ser abandonada.

También resulto herido de levedad un policía por un petardo lanzado, esta vez, por aficionados del Nápoles en algunos incidentes que se produjeron antes de entrar en el Olímpico romano.

La policía está ahora escuchando a algunos testigos para esclarecer lo sucedido, pero aún no se han producido detenciones.

También se baraja la posibilidad que el ataque se haya producido por otros motivos no relacionados con el fútbol.

A pocos minutos del inicio del encuentro, la situación volvía a la normalidad.

Victoria del Nápoles

En cuanto al partido, el Nápoles conquistó su quinta Copa de Italia tras derrotar (1-3) a la Fiorentina gracias a dos goles tempraneros de Insigne, en una edición copera marcada por los incidentes, que retrasaron el partido casi una hora de retraso.

El retraso no sentó bien a los hombres de Montella, que entraron demasiados replegados y sorprendidos por la agresividad de los de Benítez. El Nápoles manejó bien el partido de inicio, con calma ante el paso atrás de los de Florencia e incisivos en la contra. Aprovechando bien los huecos y la velocidad, Insigne hizo dos goles en 20 minutos que dejaron encarrilado el título, el primero para el técnico madrileño en su primera año con el Nápoles.

Sin embargo, los 'viola' despertaron de la mano de Borja Valero y el desborde de Joaquín y lograron recortar distancias a la media hora con el tanto de Juan Vargas. Tras el paso por los vestuarios el duelo siguió intenso, con ocasiones en ambos bandos, con la Fiorentina acusando sus bajas a pesar de que en el segundo tiempo volvió Rossi después de una larga lesión.

El Nápoles buscó no arriesgar y el partido perdió algo de ritmo hasta los minutos finales, donde los de Montella fueron con descaro a forzar la prórroga, más cuando los de Benítez se quedaron con uno menos por la expulsión de Inler. Reina, uno de los cinco españoles presentes sobre el césped del Olímpico, no tuvo que recoger el balón de la red finalmente. Mertens, ya en el descuento, puso el definitivo 1-3.