La comparecencia ayer al filo de la medianoche del presidente del club, Augusto César Lendoiro, y del máximo responsable de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), Luis Rubiales, puso el desenlace a la maratoniana reunión que se celebró ayer en la céntrica sede de un conocido despacho de abogados de la ciudad. Después de sortear ambos el intento de boicot de los aproximadamente tres centenares de aficionados que se agolparon a la puertas del edificio aguardando su salida, los dos confirmaron que habían alcanzado un acuerdo con los jugadores para evitar el descenso administrativo. Lo hicieron al límite del tiempo y sin firmar un convenio de acreedores que forzaba la salida del actual consejo de administración. Lendoiro, aunque dejó la puerta abierta a su posible marcha del club en un futuro, manifestó que no se plegará a los intereses de los administradores concursales y los principales acreedores.

"Lo que queremos es contar con la opinión de las personas que nos han ayudado hasta aquí", manifestó el presidente deportivista acompañado de Rubiales al inicio de su comparecencias posterior a la reunión e instantes después de que una parte de los aficionados congregados a las puertas del despacho de abogados les obligasen a refugiarse en el interior del edificio. "Nosostros estamos totalmente dispuestos a abandonar la presidencia del club, pero primero habría que saber quién es la alternativa, de qué forma, cuándo se va a producir y por qué se produce de esta manera", añadió.

A pesar de dejar esta puerta abierta a su marcha de la entidad que ha dirigido durante los últimos 25 años, en los que reconoció los errores recientes pero también reivindicó éxitos pasados, Lendoiro recalcó que no se plegará a los deseos de los acreedores y los administradores concursales, que en su propuesta de convenio propusieron como condición la sustitución del consejo de administración. "Nosotros no vamos a aceptar un golpe de estado", aseguró el presidente deportivista alcanzado el acuerdo con los futbolistas.

La negociación con los representantes de la AFE permitió esquivar el descenso administrativo de categoría prácticamente sobre la bocina. Si fue posible, apuntó Luis Rubiales al término de la reunión, fue por la flexibilidad demostrada por la plantilla frente a otros acreedores de la entidad."Lo que han hecho los futbolistas en pos de ayudar al deportivismo es ceder en cuanto a los plazos", reconoció el presidente del sindicato.

"Las garantías están íntegras y por lo tanto estoy muy satisfecho porque los jugadores cumplen el objetivo que nos habían mandado y que esta mañana (por ayer) cuando nos visitaban nos decían que querían seguir teniendo las garantías , pero que querían que el Deportivo siguiera adelante", agregó.

"Ha sido un acuerdo en que la Liga de Fútbol Profesional (LFP), conjuntamente con AFE, ha trazado un camino en el que los futbolistas van a tener las garantías plenas", desveló Rubiales. "A última hora también hemos tenido un acuerdo de la deuda contra la masa, que era quizás a priori lo más sencillo, pero ha sido lo último en llegar", admitió sobre la negociación y los obstáculos que se produjeron durante las cerca de siete horas de negociación.

Al igual que hizo Lendoiro al referirse a los acreedores como instigadores de un "golpe de estado" para forzar su marcha, Luis Rubiales también criticó la postura mostrada por alguna de las partes durante la cumbre de ayer.

El presidente del sindicato de futbolistas reprochó a Hacienda su actitud, después de que el organismo diera por rotas las conversaciones con el resto. "En cuanto al Deportivo ha sido muy difícil porque es difícil llegar a acuerdos si falta alguien la mesa, alguien tan importante como la Agencia Tributaria", apuntó.

"A mí me preocupa porque creo que hubiera sido más responsable estar hoy (por ayer) aquí, pero han optado por esa decisión y me imagino que ha sido voluntaria esa ausencia", recalcó sobre la Agencia Tributaria.