Tras una breve experiencia en la liga de Kazajistán y una mala decisión de irse a Turquía, el vigués Gustavo Souto ha logrado su primer título en el extranjero. Después de quedar segundo en la Liga con su equipo, el Auckland City neozelandés, el conjunto entrenado por el español Ramón Tribulietx, logró la Champions de Oceanía. Souto, que no pudo jugar la final por lesión, se encuentra en Vigo recuperándose y esperando que se resuelva su futuro.

-Kazajistán fue su primera experiencia internacional, ¿cómo surgió la oportunidad?

-A través de Pepe Serer e Ismael Díaz Galán que ya habían firmado allí tres semanas antes. Fue una buena experiencia, es muy fácil jugar al fútbol y trabajar con Serer.

-¿Tenía ofertas para continuar en España?

-Algunas en Segunda B, pero tal y como está la cosa... Si se te abre la puerta en el extranjero y además en Primera División es mucho más apetecible.

-Acaba de llegar de Nueva Zelanda, ¿cómo valora su experiencia allí?

-Muy buena, me fui para no estar parado y conseguí mi primer título.

-¿Qué es lo que más le atrajo del proyecto del Auckland?

-La manera de jugar y el objetivo: ganar la liga, aunque al final no se pudo. La Champions, además de una inyección económica para el club, fue un buen premio; ahora espera el Mundial de Clubes en Marruecos en diciembre.

-¿Pensó alguna vez ganar un título de semejante relevancia?

-Nunca. Siempre piensas en jugar en Primera División, en ganar algún título, pero llegas allí y te hablan de la Champions. Enseguida tienes que empezar a prepararte física y mentalmente y aunque al principio parece difícil, cuando te vas acercando a la final ves que es posible lograrlo.

-¿Qué expectativas tiene el Auckland City de cara al Mundial de Clubes?

- Se quiere hacer un buen papel e igualar las dos eliminatorias superadas en Japón o por qué no, mejorarlo. Ahora mismo se está confeccionando el equipo.

-¿Su futuro está en Nueva Zelanda?

-Mi contrato terminó después de la Champions. En las próximas semanas empezaremos a negociar, aunque tampoco quiero cerrarme otras puertas. Quieren que siga, y la verdad es que la experiencia del Mundial de Clubes apetece mucho, es un gran aliciente.

-La situación del fútbol neozelandés, ¿es muy diferente a la del español?

-Es el tercer deporte, pero sigue creciendo. Existe un programa para fomentarlo y se van enganchando niños y ganando aficionados, además el país está muy bien económicamente.

-A pesar de que siempre tuvo un buen rendimiento, ¿por qué cree que no encontró continuidad en ningún proyecto español?

-Por tema económico, a veces incluso impagos, pero otras por malas decisiones que tomé.

-¿Espera volver a jugar en España?

-No lo sé. Tengo treinta años, y aunque no lo descarto, viendo cómo están las cosas aquí... Una vez que te vas al extranjero se te abren puertas en muchos países.