El Celta anunció ayer tarde la renovación del portero canterano Sergio Álvarez, que ha alcanzado un acuerdo para ampliar su contrato por una temporada, más otra opcional que el club puede rescindir de modo unilateral previo pago de una penalización. De este modo, salvo que el club decida extinguir su contrato el próximo año, el guardameta de Catoira permanecerá vinculado a la entidad celeste hasta junio de 2015.

Sergio, que este verano ha renunciado a sus vacaciones para llegar en forma a la pretemporada tras lesionarse gravemente en un hombro a finales del pasado curso, se mostró ayer muy satisfecho con su renovación. "Estoy muy contento por seguir en Primera con el Celta. La renovación me aporta confianza e ilusión. Sigo en este club, que es lo que siempre quise", declaró el cancerbero a la página web del club. Y agregó: "Afronto esta nueva etapa con ilusión y optimismo, contento con los partidos disputados hasta ahora pero con ganas de mejorar y crecer. Me siento muy bien tratado, feliz y orgulloso por vestir estos colores".

La renovación de Sergio, que presumiblemente competirá por la titularidad en la portería con Yoel y el joven Rubén Blanco, coincidió con el anuncio oficial de la marcha de Quique de Lucas y Dani Abalo.

El atacante barcelonés concluye su contrato con el Celta el próximo domingo y era un secreto a voces que el club no iba a renovarle después de su pérdida de protagonismo en el equipo la pasada campaña. No obstante, el Celta no perdió ayer la oportunidad de agradecer al jugador catalán los valiosos servicios prestados en las tres campañas anteriores, en las que fue parte importante de los éxitos célticos. "El Celta quiere transmitir su más sincero agradecimiento al futbolista por la profesionalidad, entereza y sentimiento con los que ha vestido la camiseta celeste en los últimos años, además de desearle un gran éxito en su futura etapa deportiva", indicó el club en un comunicado oficial.

De Lucas comparecerá el próximo lunes, a las 10.00 horas, en la sala de prensa de Balaídos para despedirse de la afición celeste.