Celta y Barcelona dejaron para el próximo fin de semana en el Miniestadi la resolución de la eliminatoria de octavos de final, tras el empate a uno gol registrado en la mañana de ayer en las instalaciones de A Madroa.

El partido respondió a lo que se esperaba. Un choque en donde el centro del campo se llevó el protagonismo, con pocas ocasiones de gol, pero las que hubo fueron muy claras.

El equipo de David de Dios tomó muy buena nota de lo que sucedió en la pasada Copa de Campeones, y retomó el 4-4-2, pero con las dos líneas de atrás muy adelantadas y muy juntas. El sistema provocó dos situaciones. Por un lado le permitía a los célticos recuperar numerosos balones, de ahí su gol; y por otro lado no dejaba que los azulgranas llegaran con demasiada facilidad al área de Yago.

La presión de Yelco y Thaylor provocó el primer error defensivo de los azulgranas y la primera ocasión para Thaylor, que disparó al palo. El sistema le estaba dando resultado al Celta, sobre todo cuando Mina y Thaylor cambiaron de lado y Fernan se colocó en punta. Una recuperación de Yelco le permitió meter el balón a Thaylor quien se plantó ante Ondoa, cediéndole el balón a Fernan para que abriera el marcador.

La alegría duró poco, pues dos minutos más tarde el árbitro no aprecia que el balón salió de fondo, permitiendo que un centro al área pequeña en donde Pol Calvet fusila a Yago marcando el tanto de la igualada.

En la segunda parte el equipo de David de Dios lo pasó mal, sobre todo en el aspecto físico. El desgaste de la pasada Copa de Campeones comenzó a pasar factura, y mentalmente el equipo se resintió tras la brutal entrada por detrás de Babunski sobre Borja que debió abandonar lesionado el terreno de juego.

El conjunto azulgrana aprovechó estos momentos de debilidad del cuadro céltico para iorse arriba y crear mucho peligro, pero Yago estuvo inmenso desbaratando todas las ocasiones. Fueron los mejores momentos del Barcelona, con Munir como protagonista en la mayor parte de las ocasiones.

En los instantes finales del encuentro, el Celta tuvo la oportunidad de volver a ponerse por delante en el marcador, tras un saque de esquina que Santi Mina remata de cabeza, saliendo el balón muy ajustado al palo.

Fueron los últimos instante de un partido que tendrá su continuación la próxima semana.