El Celta ha llegado al tramo final de temporada con la enfermería prácticamente vacía. Abel Resino no puede contar únicamente ante el Atlético de Madrid con los lesionados de larga duración Sergio Álvarez y Hugo Mallo. Esto le ha obligado a realizar cuatro descartes: Park (segundo partido seguido), Pranjic, Demidov y Samuel, todos ellos llegados esta temporada para dar un plus al grupo que logró el ascenso el pasado verano.

Esto evidencia la mala planificación a nivel deportivo de la entidad viguesa, que no ha acertado en las contrataciones, una de las causas de la mala trayectoria de los célticos. De las ocho caras nuevas respecto a la pasada campaña, únicamente tres se han convertido en fijos en las alineaciones, como son Javi Varas, Augusto Fernández y Michael Krohn-Dehli, mientras que Gustavo Cabral ha ido perdiendo peso conforme avanzaba la competición y Samuel no ha tenido ocasiones debido a su larga lesión, aunque antes de ésta era uno de los descartes habituales de Paco Herrera.

El caso más sangrante es el mal rendimiento ofrecido por el surcoreano Park Chu-Young, que llegaba a Vigo con la vitola de fichaje estrella que debía complementar a Iago Aspas en la faceta anotadora y solamente ha hecho tres goles.

Esto no se arregló en el mercado de invierno, en el que llegaron a Vigo Orellana, Pranjic y Demidov. El chileno, tras su gran temporada en Segunda División, no ha mostrado el mismo nivel y ha ocupado el banquillo en las últimas jornadas, mientras que el croata y el noruego, que en sus primeras semanas en Vigo habían participado en bastantes encuentros, han desaparecido de las convocatorias.

Por ello, gran parte de las aspiraciones de permanencia del Celta pasan por el rendimiento que ofrezcan los hombres que consiguieron devolver al equipo a la máxima categoría después de cinco temporadas. Para muestra, los últimos minutos del último partido ante el Athletic de Bilbao, en el que de los once jugadores que terminaron el partido, únicamente Varas no militaba en el Celta el año pasado (Jonny y Madinda estaban en el filial). La vieja guardia coge el timón.