Un arranque con sorpresa

La Masía no ha dejado su huella en Vigo. El Barça abandona a las primeras de cambio la Copa de Campeones, la competición de categoría juvenil más importante del fútbol español. El conjunto azulgrana abría el torneo esta mañana ante la UD Las Palmas en las instalaciones deportivas de A Madroa.

El encuentro comenzaba como la meteorología. Frío y respeto entre ambos equipos. El Barça intentaba trasladar al verde su filosofía futbolística, pero la posesión del esférico no se traducía en ocasiones. La UD Las Palmas se sentía cómoda. El conjunto que dirige Domingo Doramas estaba bien plantado tácticamente. Sólo Adama Traore, el mejor del bando culé, ponía en aprietos a la defensa canaria.

El primer período finalizó sin ocasiones. Apenas hubo llegadas con peligro. Todo cambió tras el descanso. El partido se abrió. La UD Las Palmas comenzó a aprovechar la velocidad de sus atacantes. Dani Ojeda dispuso de las oportunidades más claras para abrir el marcador, pero ambos remates del jugador amarillo se encontraron con dos grandes intervenciones del meta azulgrana, Fabrice Ondoa.

La UD Las Palmas tenía contras las cuerdas al Barça. Los azulgrana no reaccionaban. Adama Traoré tampoco aparecía como en los primeros 45 minutos. Los amarillos mantenían su excelente disposición táctica. Jugaban fácil, no se complicaban. La estéril posesión de los culés tampoco impacientaba al cuadro de Domingo Doramas.

Al filo de la media hora del segundo acto llegaría el golpe definitivo para el FC Barcelona. Robert Costa derribaba en el área a Alejandro Rodríguez. El colegiado señalaba el punto fatídico. El propio Alejandro Rodríguez sería el encargado de transformar el penalti y dar el primer paso hacia las semifinales de la Copa de Campeones.

El conjunto azulgrana seguía sin reaccionar. Jordi Vinyals movía banquillo en busca de un revulsivo. También cambiaba la línea de cuatro atrás por una de tres. Sin embargo, las variaciones tácticas no surtieron efecto. El Barça seguía sin crear peligro. Alexander apenas tenía trabajo. Sólo Babunski, en un disparo de chilena, pudo lograr el tanto del empate.

El partido se teñía de amarillo con el paso de los minutos. La UD Las Palmas era superior en los aspectos prácticos del fútbol. Era muy superior en ambas áreas y, en la medular, no tenía problemas para neutralizar el juego de toque del Barça. Ya en el descuento llegaría la sentencia. Jordi, que había entrado por el goleador Alejandro Rodríguez, firmaba el pase de los canarios a las semifinales de la competición más importantes en España en categoría juvenil.