El regreso al trabajo del Celta se saldó en la mañana de ayer con un problema físico para el zaguero Jonathan Vila, que podría dejarle fuera del partido del domingo ante el Granada, en el que con toda probabilidad reaparecerá el centrocampista Álex López, quien mejora ostensiblemente del esguince en el tobillo derecho que le impidió jugar ante el Villarreal B.

Vila sufrió una distensión muscular en la pierna derecha, a nivel del sóleo, en los instantes finales del entrenamiento de ayer en A Madroa. Según el parte médico difundido por el club, el futbolista de Porriño "sintió una molestia en un mal gesto y ahora está pendiente de la evolución" para poder determinar en las próximas horas el alcance de la lesión. En principio, el defensa central es duda para el próximo compromiso en tierras andaluzas. Si no se recuperase a tiempo, su baja en el once sería cubierta por Sergio Ortega, quien formaría pareja en el eje de la defensa con David Catalá.

El jugador indicó que durante el entrenamiento sintió "un pinchazo entre el sóleo y el gemelo. Tengo que esperar a mañana [por hoy] para realizar unas pruebas porque hoy no se podía hacer nada". Desconoce si podrá llegar a tiempo para jugar en Los Cármenes: "No sé si estaré para el domingo. La esperanza nunca se pierde. Tengo dolor pero sin ver cómo está la zona dañada no puedo decir nada", concluyó.

Al susto por los problemas de Vila se antepuso la buena evolución que lleva la lesión de Álex López, que se siente esperanzado con poder estar en condiciones para enfrentarse al Granada.

El esguince de grado dos que sufrió en el tobillo derecho en el campo de Santo Domingo de Alcorcón mejora con mayor velocidad de la esperada por el afectado y por los médicos. "Me encuentro bastante bien. El tobillo mejoró bastante. Hoy ya me permitió entrenar con el grupo y golpear casi sin molestias", comentó el ferrolano antes de expresar su satisfacción: "Viendo que cuando me lesioné todos éramos poco optimistas en que pudiera recuperarme en menos de quince días, ahora en una semana estoy casi integrado en el grupo; y por eso soy optimista".

Álex cree que dispone de tiempo suficiente para viajar el sábado. "Todavía quedan muchos días por delante. Soy optimista y me veo con posibilidades de llegar [para jugar en Granada]. Mi ilusión es recuperarme para poder ayudar al equipo", sostiene.

Reconoce el centrocampista que le "apetece jugar" el próximo encuentro "porque entramos en una parte de la Liga en la que todos los partidos son bonitos, ya que se va a decidir cómo va acabar la temporada. Si conseguimos ganar daríamos un paso importante para dejar a otro rival directo fuera de la lucha por los dos primeros puestos".