El crédito de Eusebio como entrenador del Celta ha dejado de ser ilimitado, como hasta ahora venía proclamando el club y, de manera especial, su presidente. La derrota en Cádiz (3-1) ha consumido gran parte de la paciencia de los mandatarios celestes, que comienzan a modificar su discurso y a reconocer que están dispuestos a replantear la continuidad del técnico vallisoletano. Es más, mañana aprovecharán la reunión mensual del consejo de administración para analizar la situación del equipo, que cada semana que pasa se enfanga más en las últimas posiciones de la clasificación: ahora es antepenúltimo, con 12 puntos en 14 jornadas.

Una vez concluido el encuentro en el Ramón de Carranza, el equipo vigués se dirigió con celeridad hacia el hotel de concentración en la capital gaditana, donde le esperaban el presidente Carlos Mouriño, su vicepresidente Ricardo Barros y el director deportivo Miguel Torrecilla. Éstos reclamaron minutos después la presencia de Eusebio en el vestíbulo del hotel y los cuatro se reunieron por espacio de quince minutos en una sala privada. Los responsables del club querían conocer de primera mano los motivos del lamentable espectáculo que había ofrecido el Celta en un compromiso vital para escapar del hoyo.

Mouriño rehuyó hablar con los medios de comunicación que acudieron al lugar de concentración del Celta, con cuya expedición no realizó ayer el viaje de regreso a Vigo al desplazarse a Barcelona para presenciar en directo el clásico que se disputó en el Camp Nou.

La derrota dejó mudos a los dirigentes celestes en la jornada de ayer, a excepción de Pedro Posada. El segundo vicepresidente acudió al campo de Barreiro, donde el filial jugó con el Pontevedra. Tras finalizar este derbi provincial, Posada admitió que el tropiezo en Cádiz ha pasado factura y que la labor de Eusebio no se cuestiona, –"de momento", apuntó–, aunque reconoció que mañana se abordará la situación deportiva durante la reunión del consejo de administración.

"Estamos todos un poco preocupados porque el equipo está jugando bien pero al final perdemos los partidos, no metemos goles", señaló Pedro Posada, que entró en detalle al analizar la actuación del Celta en el Carranza: "Ayer vi a algunos jugadores bien y a otros, no tan bien. En defensa estuvimos muy flojitos", continuó, para criticar a continuación la labor arbitral: "Pero también hay que reconocer que el primer gol del Cádiz fue tras una falta clamorosa al portero del Celta y le hicieron un penalti a Iago Aspas. Si estas cosas no se nos pitan, el equipo termina desmoronándose".

Aunque considera "preocupante" que no lleguen las victorias –ha logrado dos por el momento– cuando se ha consumido un tercio del campeonato de Liga, el vicepresidente celeste desborda optimismo: "Queda tiempo para arreglarlo. Todavía tenemos la segunda vuelta. Nos queda mucho tiempo para reaccionar, pero sí es necesario que el equipo también colabore en meter goles, en terminar las jugadas en la portería contraria. Haciendo un buen partido, buenas jugadas, llegamos adelante pero no acabamos de meter goles", lamenta la falta de efectividad del grupo que entrena Eusebio.

Las dos derrotas consecutivas ante rivales directos en la tabla de posiciones – Villarreal B y Cádiz– han debilitado sobremanera al entrenador, que ha venido gozando de todo el crédito imaginable a pesar de los pésimos números registrados por el equipo. La apuesta por un fútbol atractivo y por muchos jugadores de la cantera ha blindado a Eusebio, al que incluso se le insinuó la posibilidad de ampliar el contrato.

Posada subrayó ayer que el preparador no está cuestionado. "No, no, no. La labor del entrenador no se cuestiona, de momento, en absoluto. Creemos que es un buen técnico, que tiene un buen equipo, muy joven", indicó, para explicar que no se pueden exigir grandes cosas a un equipo tan inexperto, todavía en formación.

El vicepresidente dijo desconocer si sobre Eusebio recae un ultimátum de cambiar el rumbo del equipo a partir del próximo compromiso de Liga, el sábado que viene frente al Girona (Montilivi, 18:00 horas). "De momento, nosotros tenemos consejo el martes y ahí veremos la opinión que tiene cada uno", comentó.

Descartó, no obstante, que se adopten medidas de urgencia, como ocurrió en años anteriores: "En absoluto. En otros momentos se han tomado decisiones rápidas y al final han salido como han salido. Creo que tenemos un buen entrenador, una buena plantilla, y pienso que nos hace falta, quizás, un jugador que defina a la hora de empujar la pelota".

Posada defiende que el club está actuando correctamente, pero "no podemos pretender que salga todo bien". En este caso, sostiene, "los resultados son los que no nos están saliendo bien". Con ellos puede derrumbarse el proyecto de Eusebio Sacristán, que tanta ilusión generó en el club y en la afición. Pero los números, como siempre, deciden el destino de los entrenadores.