El Pilotes Posada cayó en su visita al Palau Blaugrana, un resultado previsible considerando el diferente potencial de ambos equipos y con el añadido de las importantes bajas que lastran a la escuadra viguesa. Al menos, los hombres de Quique Domínguez estuvieron con vida hasta los primeros diez minutos del segundo tiempo y recuperaron las buenas sensaciones, algo que mitiga el dolor de sumar la cuarta derrota consecutiva.

Los barcelonistas, con la baja de última hora de Iker Romero, tardaron en hacerse con el control del encuentro, especialmente por la gran actuación de Yeray Lamariano, el meta del conjunto vigués (11 paradas en los primeros 25 minutos), y por el lento juego posicional catalán.

Quique Domínguez planteó una buena defensa en 6.0 relevando a Iván Infestas y Pablo Macías por Bojan Stefanovic y Novica Rudovic. El equipo vigués se fue en el marcador en el primer tercio de la primera mitad (2-4, m.10). Un tiempo muerto de Pasqui con cambio de defensa 6.0 a 5.1 y Cristian Ugalde de avanzado, junto con el acierto en los lanzamientos de Hansen, dio el mando a los locales, aunque con mínimas ventajas.

Josep Masaschs en ataque y Lamariano en defensa mantenían a su conjunto en el partido, pero los barcelonistas aumentaron el ritmo y, por medio de Víctor Tomás y Laszlo Nagy, abrían brecha con un parcial de 4-1 (14-11, m.27) que Rutenka redondeaba al descanso (17-12).

Los visitantes redujeron distancias al inicio del segundo tiempo por medio de Valero Rivera Jr., uno de sus mejores hombres (21-18, m.45), y los azulgrana reaccionaban rápidamente con Víctor Tomás como punta de lanza para lograr un parcial de 5-0.

A partir de ahí, el encuentro entró en una fase de ofensivas abiertas, destacando un gran tanto (27-22, m.57) del meta Lamariano, para redondear su gran actuación, de portería a portería para superar a Gonzalo Pérez de Vargas. A pesar de esto, los de Pascual mantuvieron la ventaja hasta el final.