Andrés Túñez es el caso inmediato que el director deportivo, Miguel Torrecilla, tiene sobre la mesa. El contrato del canterano concluye el próximo 30 de junio. El club desea retenerlo y el joven pretende quedarse. Una coincidencia de intenciones que debe facilitar el acuerdo. El representante del santiagués, Rodrigo Fernández Lovelle, sólo reconoce una primera toma de contacto. Cautela de negociador. El asunto está bien encaminado.

El Celta se ha planificado a largo plazo. Su apuesta por la cantera se ha traducido en el blindaje de sus talentos emergentes, como Dani Abalo, Iago Aspas y Hugo Mallo. Están en venta como lo estuvo Joselu, pero sólo a cambio de una oferta suculenta. En Praza de España se amparan en la situación de fuerza que les proporcionan las recientes ampliaciones de contrato.

Túñez es el siguiente en la lista. El central, de 22 años, queda libre en verano. La directiva no quiere pelearlo con posibles novias en una puja libre. Su rendimiento les convence. Túñez ha superado aquella grave lesión de rodilla que se produjo al chocar con un poste en el Anxo Carro. En el filial ha recuperado su mejor versión. Compone junto a Alba un eje defensivo sólido, sobre el que se asienta la excelente campaña del grupo que prepara Milo Abelleira. Y además ha lucido en sus apariciones coperas con el primer equipo. Se contó entre los mejores en Girona y repitió exhibición ante el Tenerife.

La dirección deportiva ha diseñado un proyecto a medio plazo, bien definido para un escenario estable aunque obviamente a expensas de los imponderables del fútbol. En la retaguardia, el equipo combina experiencia (Noguerol), madurez (Catalá, Ortega) y juventud (Jordi). Tres generaciones, con diferente recorrido. A Túñez lo quieren retener para que complete su crecimiento y sea ya un recambio de garantías a medio plazo. Y él percibe que en el actual Celta hay espacio. "El Celta nos ha llamado y hemos hablado. Andrés tiene mucha ilusión por jugar en el primer equipo", valora Fernández Lovelle, que indica que de momento no hay avances sustanciales aunque el camino está bastante desbrozado.