Sorpresa y desolación en Praza de España. El Comité de Apelación ha decidido mantener los cuatro partidos de castigo que Competición le había impuesto a Catalá por su supuesta implicación en la trifulca con Notario, negada por todos los protagonistas. Ni siquiera la auto inculpación de Trashorras ha exonerado a su compañero. El árbitro que redactó el acta del Celta-Albacete, Piñeiro Crespo, no se retractó posteriormente de la identificación del celeste, contra lo que se pensaba. Con todo, el asunto ha generado controversia, ya que uno de los tres jueces falló a favor de Catalá. El club vigués pedirá hoy ante el Comité Español de Disciplina Deportiva (CEDD) la suspensión cautelar de la sentencia.

La tangana del túnel de vestuarios de Balaídos seguirá coleando en la justicia deportiva. El árbitro del Celta-Albacete, Piñeiro Crespo, identificó a Catalá como el céltico que se enzarzó a golpes con Notario a la conclusión del choque. Competición le impuso a ambos cuatro partidos de sanción. Posteriormente Trashorras confesaría en una rueda de prensa haber sido quien tuvo el altercado con su ex compañero. El Albacete también defendió la inocencia de Catalá. Cuando Apelación requirió nuevamente el testimonio del árbitro, el central creyó ver la luz.

El escrito enviado por Piñeiro Crespo a Apelación había permanecido hasta ahora en secreto. Se intuía que el asturiano habría reconocido que llegó al lugar de los hechos tarde y que se confundió en su relato. En la argumentación de su sentencia Apelación revela que apena lo ha matizado. Piñeiro anula el "hemos visto" y concreta que el testigo fue uno de sus jueces asistentes; reconoce que el tumulto ya estaba formado; no habla de un puñetazo a Notario, sino de un "gesto ostensible de dar un puñetazo"; pero mantiene, con contumacia según el Celta, que el jugador local que agitaba el brazo era el número 24, dorsal de Catalá.

Apelación hace constar que ambos clubes están de acuerdo en que Catalá "no tuvo intervención alguna". Pero se aferra a la veracidad del acta arbitral. La segunda instancia federativa cree que tal coincidencia entre las partes no puede afectar al valor probatorio de lo escrito por Piñeiro Crespo. Apelación quiso obtener las imágenes de las cámaras de seguridad, en las que presuntamente se comprueba que el trío arbitral llega tarde y no contempla la pelea, pero la policía exige un requerimiento judicial para entregarlas.

Aunque la resolución de Apelación es firme, el caso ha generado un intenso debate interno. A tal punto que el vocal Pedro García Pérez ha emitido un voto particular a favor de la absolución, en contra por tanto de sus compañeros, el también vocal Joaquín Borrel Mestre y el presidente, José Mateo Díaz.

El Celta ha emitido una nota oficial en la que agradece la comprensión de Pedro García Pérez. El club expresa su "malestar ante tal injusticia y ante una resolución que a todas luces le parece lamentable". Y anuncia que hoy recurrirá al CEDD, el tribunal deportivo supremo, que ya no depende de la Federación sino del Consejo Superior de Deportes. El CEDD, si admite el caso a trámite, siempre tarda varios meses en juzgar. El Celta le pide la suspensión cautelar del castigo.

Catalá esperará noticias en Hondarribia, a donde ha viajado con el equipo con la esperanza de poder jugar mañana en Irún. El defensa está indignado, en declaraciones ofrecidas por el departamento de prensa del club: "Repito lo mismo que dije cuando me sancionaron, que es injusto, increíble y lamentable. Todos reconocen que yo no tuve nada que ver, pero al parecer es una palabra que no sirve. Soy inocente y me impiden desarrollar mi trabajo". Catalá confía en que el CEDD enmiende este entuerto.