El Aldasa Amfiv ha completado su ambicioso proyecto, que el sábado tiene su estreno en la División de Honor de baloncesto en silla de ruedas. Abraham Carrión, el técnico, tiene desde ayer a sus órdenes al último fichaje, el marroquí Najib Essahiri, un base que ampliará extraordinariamente sus posibilidades combinativas.

Najib es un punto 2 (cuando mayor es la deficiencia física, menor es la catalogación). A la hora de no sobrepasar el máximo número de puntos con el quinteto en marcha, el marroquí permitirá una mayor activación de compañeros de puntuación alta, especialmente de Agustín Alejos (4,5). Carrión destaca "el control de juego y el tiro exterior" de su nuevo refuerzo. También su extraordinaria motivación "para intentar quedarse aquí muchos años más". El Amfiv le ofrece al jugador la oportunidad por la que ha trabajado durante toda su vida.

Najib Essahiri, de 31 años, se quedó paralítico a los 4 años por culpa de la poliomielitis. "La situación de un discapacitado físico en Marruecos es complicada. Salí adelante gracias a la lucha de mis padres", relata el magrebí, que une su historia a la colección de ejemplos de superación que es la plantilla del Amfiv.

Al deporte llegó a través de la natación en su Rabat natal. Pero fue el baloncesto lo que le fascinó. El seleccionador marroquí (ha sido internacional 160 veces) le buscó un contacto en 2001 en el Vélez Málaga, cuya fundación también facilita trabajo a los emigrantes. La relación se rompió un lustro después por los manejos del presidente, que se sacó de la manga un contrato ilegal para impedir que aceptase una oferta de Italia. Najib batalló en las instancias federativas, recobró la libertad y se ha pasado las dos últimas campañas en el Arrayán granadino. El Aldasa le facilita el salto a la máxima categoría y también la posibilidad de vivir exclusivamente del deporte. "Agradezco su confianza", comenta el marroquí, al que la familia del Amfiv ha acogido con calor.