Fernando Alonso ya es piloto de Ferrari. Le quedan tres carreras con Renault, pero el anuncio de su fichaje desata la fiebre roja. Con motivo de la confirmación de la noticia, la página web del piloto publicó ayer una amplia entrevista que resume las primeras sensaciones del asturiano como piloto de la escudería más laureada.

- Lleva nueve años en la Fórmula 1 y llega a su cuarto equipo, ¿qué espera de su etapa en Ferrari?

- Nunca sabes lo que puedes encontrarte en un equipo, pero llego con la experiencia y con la madurez necesaria al equipo más famoso del mundo, una leyenda dentro de la Fórmula 1. No espero nada en concreto, sólo deseo disfrutar de esta gran oportunidad.

- ¿Habrá otra etapa después de la escudería roja?

- Ferrari podría ser mi último equipo porque después de estar en Ferrari cualquier otro sería un paso atrás. Es posible que si todo me va bien en los próximos años decida cambiar de vida y hacer algo más normal.

- ¿Y podrá vivir sin correr en la Fórmula 1?

- Yo creo que sí. Ahora mismo es mi trabajo, mi pasión, pero esto no va a durar eternamente. Tengo otras ilusiones en la vida y estoy listo para afrontarlas cuando llegue el momento.

- En una ocasión dijo que le gustaría retirarse ganando el Mundial...

-Es una de las cosas que tengo en la cabeza, pero no es fácil. Cuando ganas y todo va bien siempre tienes la tentación de seguir un año más para repetirlo. Si en los próximos años tengo la suerte de ganar sería el momento perfecto para acabar.

-¿Echará de menos Renault, casi una segunda familia para usted?

-Sí, he estado toda mi vida caminando de su mano por la Fórmula 1. Son personas que nunca podré olvidar porque con ellos he logrado todo lo que tengo hoy. Les estaré eternamente agradecido y, por supuesto, seguiré en contacto con los buenos amigos que he hecho en estos años. Les llevaré siempre en el corazón.

- ¿Es entonces usted un nostálgico que va de duro?

- No creo que vaya de duro, quizá es la imagen que llega a la gente por mi timidez, que da esa apariencia de cerrado.

- ¿Cuántas cosas no conoce la gente de usted?

- Muchas. En realidad tampoco tienen que saber cómo soy. Supongo que lo que les debería interesar es cómo soy dentro de un coche.

- ¿Por qué cree que tiene imagen de antipático?

- No lo sé. Los que dicen que soy antipático o arisco lo hacen sin conocerme. Es imposible que te conozca todo un país, o tratar de caer simpático al mundo entero. La imagen que suelen ver es la de un piloto que está agotado, desencajado, que acaba de pasar rozando las barreras y al que le ponen un micrófono nada más quitarse el casco. En ese momento no puedes ser muy gracioso.

- ¿Qué queda del chaval de 19 años que aterrizó en Australia en 2001 para correr en Fórmula 1?

- Soy el mismo. No he cambiado nada. Ha variado lo que se mueve alrededor de mí. Cuando llegué a Minardi nadie me conocía y en el paddock no suscitaba interés. Ahora la gente me respeta mucho más, me admira y eso es quizá lo que ha cambiado. La persona Fernando sigue siendo el mismo, quizá por la educación que he recibido, por la familia que tengo, gente humilde que sigue haciendo las mismas cosas que hace diez años y que seguirá haciendo siempre.

- La comparación con Schumacher y sus éxitos será inevitable.

- No será fácil igualarle, pero me gustaría ganar muchos campeonatos, aunque será muy difícil.

-¿Qué se va a encontrar la gente de Ferrari cuando entre en sus vidas en 2010?

- A una persona trabajadora, que en algunos momentos será testaruda y que se empeñará cada día en sacar el máximo provecho del coche y del equipo y que tratará de implicar al máximo a todos en el trabajo y en la responsabilidad para que los resultados lleguen. También se encontrarán a una persona muy normal, amiga, cercana y dispuesta a pasar unos buenos años con ellos.

- Además de testarudo también se entrega al máximo en todo lo que hace.

- Es algo que va conmigo en todas las facetas de mi vida, no sólo en la Fórmula 1. Y ahora con este nuevo reto que se me presenta, llegar a Ferrari, por mí no va a quedar ni una sola gota de esfuerzo.

- ¿Es muy difícil hacerle cambiar de opinión?

- No, creo que soy bastante abierto, lo que ocurre es que hablo poco, escucho mucho y cuando tengo algo en la cabeza es porque lo veo muy claro. Ahí sí es difícil hacerme cambiar mi forma de pensar.

- No es el típico piloto con aires de estrella.

- Soy una persona normal. Los que me conocen saben que no he cambiado.

- ¿Le cuesta confiar en la gente?

-Sí, sí, eso sí que me cuesta.

- Dicen que es usted raro.

- No creo, pero supongo que la gente me ve así.

- Mucha gente asegura que es el mejor piloto de la parrilla.

- Yo lo único que sé es que puedo sacar el cien por cien del rendimiento de cualquier coche. Ahora de eso a decir que soy el mejor... No, no creo que pueda decirlo.

- ¿Le ha creado problemas su sinceridad?

- Las cosas siempre hay que decirlas a la cara. Cuando son buenas fantástico, cuando son malas se dicen para mejorar, nunca para criticar.

-¿Llega para salvar a Ferrari?

-No sé lo que esperan de mí, pero voy a dar el máximo dentro y fuera del coche para que Ferrari tenga todos los éxitos que se merece.