Eusebio Sacristán estaba pendiente ayer que desde Barcelona le confirmasen la autorización para entrenar unos días en la ciudad deportiva del Barça. El Celta tiene intención de utilizar las instalaciones que el conjunto azulgrana posee en Sant Joan Despí, donde Guardiola preparó al tricampeón de la pasada temporada. Será el regreso del técnico céltico al club al que estuvo ligado durante años como jugador y después como ayudante de Rijkaard.

El conjunto vigués tiene previsto llegar el domingo a Barcelona, donde permanecerá concentrado hasta la mañana del miércoles, por lo que realizará entre dos y tres sesiones de trabajo en la ciudad deportiva Joan Gamper, situada a unos cinco kilómetros del Camp Nou y a la que el primer equipo azulgrana se mudó hace un año.

El nuevo complejo deportivo del club catalán cuenta con nueve campos de fútbol, de los que cinco tienen césped natural. En uno de ellos se adiestrarán los célticos, con la ilusión de superar la eliminatoria copera ante el Girona y sumar victorias en la competición liguera para escapar del fondo de la clasificación.

Jugadores como Catalá, que regresa a su ciudad natal, han acogido con ilusión esta minigira que comenzará mañana con el viaje a Huelva: "Irá bien porque estaremos todos juntos y nos servirá para desconectar un poco de todo lo que sea la presión. Pero, bueno, nosotros estamos metidos en nuestro trabajo y muy mentalizados de que tenemos que sacar esto adelante", comentó el defensa céltico en referencia a los cinco días que el equipo se pasará lejos de Vigo.

Otro jugador con motivos para alegrarse por este viaje es Trashorras, que formó parte de la cantera del Barcelona, cuando todos los equipos del club se entrenaban en las instalaciones deportivas próximas al Camp Nou.