Separados por nueve puntos y por un mundo de sensaciones futbolísticas, Barcelona y Real Madrid vuelven a verse las caras en el Camp Nou, escenario esta temporada de un clásico desigual, en el que se medirá el fútbol espectáculo del líder de la Liga con el alcance del ´efecto Juande Ramos´, el encargado de reanimar desde el banquillo al conjunto blanco.

Favorito indiscutible en todas las apuestas, el Barca se ha acostumbrado a solventar sus últimos partidos con una autoridad incontestable. Al líder le avala la pulcritud de su juego y las estadísticas: es el máximo goleador y el menos goleado (sólo un gol encajado en sus últimos cinco partidos de Liga), el que más remata y menos tarjetas ve.

Más allá de los datos, el Barcelona ataca cada partido como si fuera el último. Sostenido por la voracidad de Guardiola, que prepara cada partido con la ilusión del debutante, el equipo azulgrana ha aprendido a hacerse fuerte en defensa, imaginativo en la medular, resolutivo en ataque y solidario en todas sus líneas.

Enfrente tendrá a un Real Madrid que debe luchar contra los elementos, los malos augurios y la lógica.

Juande acude al rescate en el peor momento de la temporada, y, tal vez, en una de las peores crisis de los últimos tiempos en el club madridista. El Barcelona no es el mejor equipo para hacer olvidar la dimisión de Míchel como director de la cantera, la polémica asamblea de compromisarios del pasado fin de semana y la destitución de Bernd Schuster como entrenador del primer equipo.

Sin embargo, la llegada fulgurante de Juande Ramos al banquillo blanco parece que ha traído aires renovadores. Su primera prueba, ante el Zenit de Sant Petersburgo en la Liga de Campeones, se saldó con un pequeño éxito tras dos derrotas consecutivas en Liga ante el Getafe y el Sevilla. Pero los rusos, a medio gas, no son el Barcelona.

Además, el Real Madrid visitará el Camp Nou con una lista interminable de bajas. Por sanción, no jugarán Robben y Marcelo. Por lesión se caen Diarra, De la Red, an Nistelrooy, Torres, Pepe, Huuntelaar y Heinze.

Para combatir todos estos problemas, sobre todo el de las lesiones, Juande tendrá que exprimirse la cabeza para unir las piezas del puzzle. Pese a que Sneijder ha sido convocado, el holandés tiene pocas posibilidades de jugar. El principal desaguisado de Juande será la zona izquierda del equipo.

Esta será arreglada con Royston Drenthe para sustituir a Robben y con Sergio Ramos o Míchel Salgado para hacer de Marcelo.