El presidente del Barcelona, Joan Laporta, someterá su continuidad a la asamblea de socios compromisarios del club, que se celebraría en una fecha aún por determinar de septiembre, después de que ocho de los 18 directivos del club dimitieran ayer debido a la decisión de Laporta de continuar en el cargo.

Laporta justificó su decisión de seguir "por coherencia" y para mantener la "estabilidad" del club "en un momento tan crucial de la temporada", pero entiende que, pese a haber "superado" la moción de censura, fue "un voto de castigo", ya que el 60,60% de los votantes dieron el "sí" a la moción.

"Aunque superamos la moción, recibimos un voto de castigo y, ante el ambiente que vive el barcelonismo, he tomado la decisión, compartida por mis compañeros de junta, de consultar de manera vinculante a la asamblea de compromisarios, el órgano supremo del club, mi continuidad como presidente", anunció Laporta.

La asamblea no se celebrará el 16 de agosto coincidiendo con el Trofeo Joan Gamper como era habitual cada año, sino que "se irá a septiembre", y la votación en la asamblea "sólo afectaría" a la continuidad de Laporta y no al resto de la directiva, ya que éste considera que la moción se había "personalizado" en su persona.

La fecha de la asamblea todavía es una incógnita, ya que Laporta argumentó que no será en agosto porque este año es un mes "muy cargado" debido a la disputa de los dos partidos de la ronda previa de la Liga de Campeones, entre los cuales se celebrará el Gamper, e indicó que se irá a septiembre, aunque no lo concretó.

Para Laporta, esta fórmula es la que "crea menos convulsión social" en el Barcelona. Además, consideró que la asamblea "es el órgano supremo" del club y que "representa a la masa social", pese a que no suele reunir a los 3.000 compromisarios que aproximadamente están convocados a esa cita.

A su vez, mantuvo que "es un punto exagerado extrapolar a toda la masa social el resultado" de la votación de la moción, en la que 23.870 socios votaron "sí" frente a los 14.871 socios que optaron por el "no", ya que no votaron unos 80.000 socios y porque los casi 24.000 socios "representan un 15% de la masa social".

Tres vicepresidentes dimiten

En cambio, el grupo de ocho directivos que han dimitido, entre ellos tres vicepresidentes, Albert Vicens, Ferran Soriano y Marc Ingla, eran partidarios de la dimisión de Laporta y que fuera relevado por Vicens. También el vicepresidente Jaume Ferrer se había planteado renunciar, pero ayer mismo decidió continuar.

Laporta podrá continuar su mandato, dado que las dimisiones no alcanzan el 75% de miembros de la junta que determinan los estatutos para forzar el cese de toda la directiva, y en "un tiempo prudencial" piensa incorporar a cuatro directivos para alcanzar la cifra mínima de 14 miembros exigida por la normativa del club.

"No era irme yo o que se quedaban todos", expuso Laporta, que considera "más adecuada" la continuidad de "un presidente electo" ya que da "más estabilidad" a la entidad y crea "menos tensiones" que si hubiese continuado una junta con un presidente "que no había sido elegido por los socios".

Laporta, de todas maneras, se refirió a los ocho directivos dimisionarios como "ocho compañeros y amigos" y dijo tener "un absoluto respeto" por su decisión, a la vez que les quiso agradecer públicamente "todo el bien que han hecho por el Barça" señalando que "ha sido un placer trabajar y compartircon ellos todos estos años al frente del club".