J. M. M. / Vigo

El triunfo en la Eurocopa cierra una herida que llevaba demasiados años abierta en nuestro fútbol: los 44 años desde aquella victoria ante la URSS tan recordada y añorada por tratarse del único gran éxito a nivel internacional de la selección. El fútbol cierra una herida y lo hace a lo grande, ya que España no sólo ganó con autoridad (máxima goleadora y menos goleada), sino ofreciendo el mejor juego, lo que fue premiado por la UEFA con la designación de Xavi como mejor jugador y la inclusión de nueve jugadores entre los 23 de la selección "ideal". El fútbol cierra una herida y cierra, además, un círculo, la asignatura pendiente de un deporte español que tiene sobrados motivos y protagonistas como para sacar pecho por el mundo. Y es que tenemos una selección de baloncesto que es la vigente campeona del mundo y subcampeona de Europa; la de balonmano habiendo ganado el título mundial en 2005; en hockey patines y fútbol sala los oros se suceden campeonato tras campeonato; en voleibol España es la actual campeona continental; somos terceros del mundo y de Europa en waterpolo, y los chicos de hockey hierba se trajeron la plata tanto del último Mundial como del Europeo. Fernando Alonso rompió un muro en el deporte español al conseguir los títulos de Fórmula 1 en 2005 y 2006; Óscar Freire puede presumir de tener el mejor palmarés de un ciclista en los Mundiales en ruta, mientras Alberto Contador, Valverde y Óscar Pereiro han devuelto a nuestro ciclismo a los años dorados de Indurain. Pedrosa, Lorenzo y Barberá adornan su currículum con los títulos de 250 y 125 centímetros cúbicos a la espera de heredar el trono Rossi; Nadal no encuentra rivales en la arcilla y hace un par de semanas rompía un maleficio que duraba ya 36 años al imponerse en el torneo de hierba de Queen´s, una superficie vetada para los españoles desde que Gimeno ganara en Eastbourne.Y ahí a la vuelta de la esquina tenemos la final de la Copa Davis ante Estados Unidos. Ya somos grandes hasta en fútbol...