El ciclista español Alberto Contador (Astana) tendrá hoy en la contrarreloj que pone punto y final a esta edición de la ronda italiana, una oportunidad de oro para ganar su primer Giro, después de que en la jornada de ayer aguantara sin problemas el siempre difícil ascenso al Mortirolo, en la que se impuso de nuevo el italiano Enmanuelle Sella (CSF).

Contador, que finalizó quinto, supo responder al ataque en la mítica cima alpina del segundo en la general, el italiano Riccardo Riccó (Saunier Duval-Scott), que de esta manera continúa cuatro segundos por detrás del madrileño.

Por su parte, al tercer clasificado y principal protagonista de la etapa del viernes, Danilo di Luca (LPR), se le atragantó en esta ocasión la etapa y acabó perdiendo en la meta de Tirano más de cuatro minutos respecto al líder, algo que le aleja definitivamente de la lucha por la "maglia rosa".

Al poco de comenzar la penúltima etapa se formó un grupo de tres corredores formado por el español Toni Colom (Astana), el mexicano Julio Alberto Pérez Cuapio (CSF) y el italiano Fortunato Baliani (CSF), que mantuvieron animados los primeros kilómetros de calma tensa.

Antes del comienzo de la ascensión al mítico Mortirolo, plagado de pancartas alusivas a Pantani, Contador recibió la mala noticia del abandono de uno de sus mejores escuderos para encarar el resto de la carrera, su compañero de equipo Andreäs Kloden.

Pese a ello, el de Pinto no tuvo ningún problema para aguantar el ataque de Ricco, que sabedor de que se encontraba ante sus últimas opciones de conseguir una ventaja respecto al líder para la contrarreloj, probó a Contador sin obtener ningún resultado.

Mientras, Di Luca puso momentos antes toda la maquinaria de su equipo para hacer la ascensión lo más complicada posible para sus compañeros de podio, pero poco a poco fue perdiendo posiciones en el grupo de la "maglia rosa" para acabar por ceder un minuto y veinte segundos en la cima del Mortirolo.

Contador ya sólo tendrá que salvar la contrarreloj, en la que parte a priori como favorito respecto a Riccó, para convertirse en Milán en el segundo español en coronarse en la carrera italiana.