La Comisión Disciplinaria de la Federación Internacional de Natación (FINA) ha decidido suspender de toda actividad relacionada con ese organismo, y con sus federaciones miembro, a Mijailo Zubkov, quien agredió a su hija por no haberse clasificado para la semifinales de 50 metros espalda y se transformó en el protagonista de una jornada en la que las victorias de Mannadou y Phelps pasaron a un segundo plano por culpa del incidente.

Zubkov, miembro de la Federación Ucraniana de Natación, fue sorprendido por una cámara fija del Canal Nueve de la televisión local de Melbourne, que mostró unas imágenes en las que se veía al entrenador en una actitud muy agresiva con su hija. El técnico llegó a golpear a su hija y a ponerle la zancadilla para que cayese al suelo en un ataque de furia después de que la joven ucraniana no se metiese en la final de los 50 metros espalda.

Nada más conocer el incidente, la FINA retiró la acreditación de los Mundiales al ucraniano, y ayer ha decidido suspenderle de toda actividad.

Además, la policía del estado australiano de Victoria consiguió una orden judicial que impide que el padre de la nadadora se pueda acercar a ésta a menos de 200 metros. La policía del estado australiano de Victoria investiga el caso y revisa la cinta de vídeo, aunque no ha presentado cargos contra el hombre de 38 años.

Interrogatorio

Según dijo el inspector Rick Nungent al diario local "The Age" la mujer está bien, está siendo interrogada por agentes de la policía y no ha tenido que ser atendida por los médicos.

El jefe ejecutivo de Melbourne 2007, Michael Scott, manifestó que la FINA había abierto su propia investigación, que hará pública.

Para esta federación internacional "lo que ha ocurrido es un hecho inaceptable. Es un hecho muy serio. Es inaceptable en Australia y en cualquier parte del mundo".

Este incidente se ha conocido después de que un entrenador del equipo ruso de saltos, Vladimir Rulev, fuera acusado de haber atacado de "forma indecente" a una guardia de seguridad en un hotel del Melbourne. Eso hizo que se extremara la vigilencia sobre el ucraniano y permitió conseguir las imágenes en las que se ve la agresión a su propia hija tras un resultado algo decepcionante en una de las pruebas de la competición que se viene desarrollando en Melbourne.