El Celta y el Real Madrid guardan pocas semejanzas en pujanza y presupuesto y sin embargo blancos y celestes viven una temporada convulsa, muy por debajo de las expectativas marcadas, en la que ambos equipos han sufrido problemas de parecida índole.

w Torpes anfitriones. El Celta y el Real Madrid han traído esta temporada por la calle de la amargura a sus respectivas hinchadas. Se lleva la palma el conjunto vigués, que sólo ha conseguido sumar un triunfo Balaídos, frente al Valencia, en noviembre pasado. Ante su público el equipo de Vázquez ha perdido seis encuentros (Atlético de Madrid, Barcelona, Espanyol, Osasuna, Recreativo y Sevilla) y ha empatado otros tantos (Athletic, Nástic, Real Sociedad, Racing, Villarreal y Zaragoza).

El Madrid amenaza también con batir todo los registros negativos en el Bernabéu, un campo otrora inexpugnable para casi todos los rivales. El conjunto blanco ha cedido en casa tres derrotas (Celta, Recreativo y Levante), una cifra impensable que ha desatado la indignación de la hinchada y sembrado el Chamartín de pañuelos contra la directiva y el técnico, Fabio Capello.

w Técnicos cuestionados. Ni Fernando Vázquez ni Fabio Capello son plato de gusto de sus respectivas aficiones. Los miserables resultados obtenidos en casa están en el origen del desencuentro con la grada, al que tampoco ha ayudado algunas salidas de tono en la sala de prensa. A Capello el Bernabéu no le perdona la racanería de un fútbol indigno del lustre que se supone al laureado equipo de Concha Espina. El estilo italianizante de Capello, su apuesta por la brega en perjuicio de la creatividad ha soliviantado a la afición blanca que, con el equipo fuera de la Champions y eliminado la Copa del Rey, ve, impotente, cómo se escapa también el tren de la Liga.

A Vázquez le han pasado factura los pésimos registros del equipo en Balaídos, su escaso aprovechamiento de los recursos del banquillo y su deficientes dotes diplomáticas. Ambos técnicos, sin embargo, han sobrevivido hace un par de meses a lo que parecía una destitución anunciada y, salvo cambio de planes, terminarán la temporada en el banquillo.

w Fichajes poco rentables. La rentabilidad de de los fichajes incorporados este curso no ha satisfecho las expectativas de ninguno de los dos equipos. Claro que el Real Madrid se ha gastado este curso un centenar de millones en cinco o seis futbolistas que no han convencido y que, en algún caso, como el del brasileño Emerson, se han ganado la animadversión de la grada. El Celta se ha gastado apenas cuatro millones y medio (el resto de las incorporaciones han sido en préstamo) en la contratación de Nené, un futbolista también cuestionado por la grada y cuyo rendimiento no ha colmado las grandes expectativas que se abrieron con su contratación, no en vano el brasileño es la mayor inversión realizada por el club en los últimos años.

w Directivas novatas. Tanto el presidente blanco, Ramón Calderón, como su homólogo celeste, Carlos Mouriño, se estrenan en el cargo en una temporada problemática: Calderón tras unas elecciones marcadas por la polémica; Mouriño después de comprar el club a su antecesor, Horacio Gómez. Ambos ha diseñado planes de cambio y se han encastillado en su decisión de mantener al técnico.