-¿Le da muchas vueltas a lo sucedido en el pasado Tour, espera noticias pronto?

-No le doy vueltas. Trato de estar al margen. Todo el mundo te pregunta y sigo hablando de ello, pero no estoy obsesionado. Estoy motivado de nuevo y si tiene que llegar que llegue. Está claro que perdí una oportunidad muy bonita de vivir determinadas emociones pero no soy un llorón que se pasa el día reclamando el Tour. Borrón y cuenta nueva.

-Pero seguro que cuesta decir eso teniendo una posibilidad tan real de ganar un Tour.

-Pues sí. Cuesta, pero tampoco se puede decir que es mío. Hay un ganador y en el momento en el que le descalifiquen sí puedo reclamar. Pero ahora mismo no debo pedir nada. Hay que estar al margen y duele perder una oportunidad única a nivel de contratos, de publicidad. Por mucho que lo piense no voy a mejorar nada.

-¿Tiene la sensación de que a lo mejor no vuelve a estar tan cerca?

-Soy consciente de que para mí pudo ser una oportunidad única de ganar un Tour. Sé que voy a volver a estar delante, que disputaré la carrera. Pero no tengo el potencial de gente como Armstrong que sabe seguro que podrían ganar un Tour tarde o temprano. Soy de los que tienen que aprovechar una serie de circunstancias para poder hacerlo. Pudo haber pasado una oportunidad de oro, lo sé, pero no por ello voy a dejar de trabajar y de soñar con conquistar otro.