La selección española afronta ante Dinamarca su primera final en la fase de clasificación para la Eurocopa 2008, sin margen de fallo, en un Bernabéu vestido de gala para empujar al triunfo a los jugadores de Luis Aragonés.

Era el 17 de noviembre de 1993 cuando España vivió un día histórico que se ha marcado como la referencia a seguir. Dinamarca visitaba el abarrotado Pizjuán y la selección española sellaba su pase al Mundial de Estados Unidos 1994, con un cabezazo de Hierro y el partido que lanzaba al estrellato a Santiago Cañizares.

La épica de un encuentro que España jugó con diez desde la expulsión de Zubizarreta en el minuto 4, es la referencia de Luis Aragonés por fútbol y ambiente. Por eso, el Bernabéu se llenará.

España no puede fallar más en su grupo F y comienza una semana con partidos ante Dinamarca e Islandia, en los que sólo le vale la victoria. Las derrotas ante Irlanda del Norte y Suecia le hacen ver todo con necesidad desde el quinto puesto.

El seleccionador nacional tiene un plan. Ha tenido el equipo claro desde que inició la concentración, condicionado por las bajas por sanción de Sergio Ramos y Puyol. Sus lugares los ocuparán Ángel en el lateral derecho y Javi Navarro en el centro de la zaga. Aragonés entregará el brazalete de capitán a Casillas, por la ausencia de Raúl en un marco que le añorará, y concede el liderazgo a Albelda.

España buscará hacer daño al rival con toque y ritmo de juego. Por eso Xavi será el cerebro y Aragonés quiere dos laterales de largo recorrido, con Iniesta y Silva desenganchándose de la banda para hacer daño por el centro. Arriba la velocidad de Villa y el remate de Morientes determinarán el éxito con Torres asumiendo un papel de revulsivo.

La historia concede el papel de víctima a Dinamarca. De los 14 enfrentamientos que protagonizan, nueve triunfos fueron españoles, dos daneses y tres empates, uno de ellos con desenlace desde el punto de penalti que cayó de lado español.

Superada la decepción de no clasificarse para el Mundial, Dinamarca ha recuperado el juego y los resultados en los últimos meses, avalada por una racha de 7 partidos seguidos sin perder y una sola derrota (contra Francia, 2-0, el pasado mayo) en 17 encuentros en los últimos 21 meses.

El equipo danés se ha sobrepuesto a la retirada de Gravesen, fundamental en su esquema, gracias al mayor protagonismo del sevillista Poulsen y a la entrada del ex del Murcia Daniel Jensen.

Poulsen forma con el central Agger y Tomasson el eje básico de un equipo que mantiene desde la llegada al banquillo de Morten Olsen en 2000 sus señas de identidad: gusto por el fútbol combativo y de ataque, devoción por los extremos y el 4-2-3-1.

Dinamarca depende en exceso de Tomasson para hacer gol, ha mostrado a veces candidez o falta de carácter y su defensa tiene grietas, sobre todo por el lado izquierdo. Defectos que España debe explotar para seguir viva en la pelea.