27 - ALCOBENDAS

Zubiría, Castaño (5), Maki (7, 4p), Montávez (2), Cortés, De la Rubia (6), Aguirrezabalaga (1, 1p) - equipo inicial - Manolo, Kloske, Suárez (3), Tremps (2), Trives (1) y Demovic.

28 - PILOTES POSADA

Martinovic (-), Edu (3, 1p), Mendoza (2), Celes (5), Infestas (2), Cerillo (6, 2p), Edmond Thot (4) - equipo inicial - Llamazares, Crevatín (2), Paco, Macías, Fran (3), Richard y Bosze (1).

MARCADOR CADA CINCO MINUTOS: 3-1, 3-3, 5-5, 6-7, 11-7, 13-10 (descanso),14-13, 16-16,19-20, 21-23;, 25-26, 27-28 (final).

ÁRBITROS: Bañuelos y Barrena (Euskadi). Excluyeron a Cortés (2), y Kloske por los locales y a Edu, Mendoza, Infestas y Cerillo, descalificando a Crevatín (m59), por los visitantes.

INCIDENCIAS: Severo Ochoa. Unos 1.100 espectadores, con la presencia de unos 50 aficionados del Pilotes Posada.

El Pilotes Posada tuvo que emplearse a fondo para traerse una nueva victoria delante del Alcobendas. Los vigueses se afianzan en la segunda plaza y aumentan a cuatro los puntos de ventaja que tienen sobre el Pozoblanco, que ayer no pasó del empate en Cangas. Tras un primer tiempo donde el Alcobendas llevó la iniciativa la segunda fue de claro color de los vigueses.

Con una defensa 5-1, el Alcobendas buscó sorprender al Octavio, sobre todo para frenar su línea de creación. Los de Quique Domínguez no estaban cómodos y le costaba coger el ritmo, situación que favorecía el juego de los locales. Con ventaja para el Alcobendas (9-7), Quique Domínguez solicita un tiempo muert. La medida fue poco efectiva ya que en la vuelta al juego, los de Rafa Guijosa disparan el marcador (12-7, m.26). El Octavio es capaz de reponerse y consigue enjugar parte de esa desventaja antes del descanso.

La segunda parte ya tuvo otra lectura para los de Vigo. Tras empatar el partido (14-14), el Octavio sube su intensidad defensiva, su ataque está acertado y las ventajas ya le son favorables (17-20, m.44). La réplica del Alcobendas no tardó muchos minutos en llegar (23-23, m.52). Con la tensión al máximo, el Octavio echó mano de su oficio para aguantar la presión de los locales y defender una ligera ventaja con uñas y dientes.