Arturo Patiño / A Coruña

"Lo tenemos que hacer porque los equipos se hacen con dinero y es necesario eliminar el límite del 1% porque ésto es un negocio como otro cualquiera". Así de contundente estuvo Augusto César Lendoiro al finalizar la junta general de accionistas. De esta forma, el presidente del consejo de administración blanquiazul abría la puerta a los capitales interesados en hacerse con el control de la entidad. Además, también reconocía la urgencia de modificar los estatutos. "Cuanto antes estén solucionados los aspectos legales mucho mejor y ojalá sea antes del próximo verano". Con esa variación en los estatutos, el Deportivo dejaría de ser la única sociedad anónima deportiva del territorio nacional que limitaba la adquisición de acciones.

Los ejemplos de inversionistas que controlan los clubes aparecen por toda la geografía española. Desde Asensio en el Mallorca y posteriormente en el Málaga hasta Piterman en el Racing y el Alavés, los potentados futbolísticos han entrado a formar parte del negocio del balón desde que la ley obligó a los clubes a convertirse en sociedades anónimas deportivas. La suerte del negocio ha sido dispar como lo demuestran los éxitos de Fernando Roig al frente del Villarreal y los fracasos de Piterman en el Alavés.

En el fútbol europeo es común desde hace décadas que los clubes sean propiedad de grandes multinacionales o acaudalados inversores. Tapie (Marsella), Berlusconi (Milan), Agnelli (Juventus) o Abramovich (Chelsea). El objetivo de los nuevos propietarios no es otro que rentabilizar sus inversiones a base de títulos y, sobre todo, el comercio con los derechos de los futbolistas.

El Deportivo lleva dos años y medio inmerso en una ampliación de capital de 60 millones de euros de la que sólo se han cubierto poco más de tres. En estos momentos la ampliación se encuentra en su tercera fase. Para cubrir el incremento del capital acordado en su momento todavía restan dos años y medio hasta que se cierre la ampliación.

"Si no hay dinero no puedes competir en el fútbol". La afirmación de Lendoiro tras aprobar el presupuesto para el presente ejercicio futbolístico le llevará a permitir que cualquier ciudadano, sea o no socio accionista del Deportivo, pueda hacerse con un importante paquete de acciones tanto de la ampliación de capital como del capital social con el que actualmente está creada la sociedad anónima deportiva.