Los medallistas gallegos que participaron en el Mundial de Croacia Teresa Portela, Carlos Pérez y David Cal llegaron ayer a Peinador tras su brillante actuación en Zagreb, en la que también se adjudicó un bronce la pontevedresa Ana Varela, que llegó a Santiago en vuelo directo desde Madrid.

Familiares, amigos y muchos seguidores se congregaron una vez más en Peinador para recibir a los palistas, que ya empiezan a acostumbrarse a este tipo de recibimientos multitudinarios. Cerca de 200 personas se agolparon en la puerta de desembarque con banderas, camisetas, flores y mucha música para dar la bienvenida a los tres héroes del Mundial de Zagreb, que lograron las cinco medallas de la selección española en esta cita.

Carlos Pérez y David Cal fueron manteados y los tres fueron obsequiados con ramos de flores y con todo el cariño de sus vecinos. Aldán, Hío y Cangas colapsó Peinador para felicitar a los tres palistas por sus hazañas. Hasta Carlos Pérez se olvidó por un instante que había perdido sus maletas, aunque afortunadamente su medalla viajaba con él.

También recibieron la bienvenida y felicitación del nuevo director xeral de Deportes de la Xunta, Santiago Domínguez, que precisó que "es un magnífico orgullo que haya deportistas gallegos que brillen a esta altura. Tenemos que pensar que aún nos queda mucho por delante y que en los Juegos de Pekín daremos la explosión definitiva. Han demostrado que con trabajo y esfuerzo Galicia puede estar en lo más alto y recibirán todo nuestro apoyo para seguir adelante".

La gran heroína del Mundial fue Teresa Portela. La palista del Aldán logró en Zagreb tres medallas: oro en K-1 200, plata en K-2 200 y bronce en K-4 200, donde remaba junto a la pontevedresa Ana Varela. Para Teresa "el oro es especial porque además es una medalla individual, pero cada una tiene su lucha y estoy muy feliz". La palista de Aldán también se mostró encantada por la bienvenida: "La verdad es que esto es increíble y les doy las gracias por este recibimiento".

Pero no fue la única campeona del mundo presente en la terminal. Carlos Pérez exhibía satisfecho su oro. El cangués se impuso en la final de K-1 200, lo que le quitó en sinsabor del octavo puesto en la final de 500 metros. "Esta medalla motiva mucho para seguir trabajando y para continuar preparándome para los próximos Juegos de Pekín". En Atenas, el cangués firmó un sexto puesto esperanzador que confía en mejorar en 2008. "La medalla fue en una distancia no olímpica, pero trabajaremos duro para obtener buenos resultados en 500 metros".

Balance positivo

En la expedición viajaba también el campeón olímpico David Cal. El palista de Hío regresa de Zagreb con un botín que puede parecer escaso. Se adjudicó la plata en la final de C-1 1.000 el día del aniversario de su título olímpico, pero en la distancia corta no pudo volver a subirse al podio. Pese a todo, asegura que el balance es positivo. "Después de no haber conseguido medallas en el Europeo, la gente estaba un poco nerviosa, pero en el Mundial pude proclamarme subcampeón del mundo y estoy muy satisfecho", comentó el palista de Hío. "Esta medalla es un paso más en mi camino hacia Pekín. Este año ha sido más relajado, pero a partir de ahora volveremos a trabajar duro para preparar la próxima cita olímpica", indicó.

En el vuelo llegaban, además, Alfredo Bea y David Mascato, los integrantes del C-2 masculino, que alcanzaron la final de C-2 500, en la que finalizaron en octavo lugar; y Jaime Acuña, integrante del K-4 masculino.