Juan Carlos Álvarez / vigo

Se acabó la espera. Después de una tortuosa temporada en Segunda, de un mes de junio delirante por culpa de los repetidos ascensos y de un intenso verano en busca de jugadores con los que afrontar el nuevo proyecto, el Celta vuelve esta tarde a Primera División, su lugar natural en el fútbol español. Lo hará ante el Málaga en Balaídos (19 horas, PPV) con la idea de confirmar las buenas sensaciones que el grupo de Fernando Vázquez ha dejado durante el verano. Las pretemporadas suelen ser engañosas en muchos casos. Casi nada es lo que parece y muchas veces las conclusiones que se sacan durante ese tiempo son completamente erróneas. Y por eso el encuentro de esta tarde es especial, porque va a dar una idea más o menos clara de en qué punto se encuentra el equipo vigués en comparación con uno de esos conjuntos, el Málaga, que está condenado a pelear en la zona complicada de la clasificación.

En Vigo existe curiosidad por comprobar las prestaciones de un equipo que ha mudado por completo, en el que se han incorporado diez jugadores (doce si contamos los fichajes de Perera y de Canobbio) y que se supone necesita un periodo largo de aclimatación. El verano ha ofrecido la sensación de que a los jugadores no les cuesta entenderse dentro del campo. Tiene mucho que ver con eso el hecho de que el perfil que se ha buscado en muchas de las posiciones es el mismo. Pero queda por verles en un partido de verdad, en uno de esos en los que los errores valen puntos y los aciertos te suben en la clasificación y te disparan el estado de ánimo.

De todos modos, lo que no ha cambiado con respecto al año pasado es que Vázquez sigue alimentando los debates en torno a la alineación titular. Los propios jugadores admiten que no saben quién va a jugar ni dónde. Se intuye que Vázquez va a darle continuidad al 4-2-3-1, el planteamiento con el que más cómodo se sintieron los vigueses durante la pretemporada. El técnico experimentó con la pareja formada por el sorprendente Iriney y por Ángel y lo normal es que vuelvan a repetir al tratarse de una pareja muy dinámica y que permite una rápida recuperación de la pelota. De ser así, el equipo sólo tendría las dudas de quién va a ser el portero (Esteban es el favorito) y quién el interior izquierdo, donde Silva compite con Gustavo López. El equipo estaría formado por Esteban, Jonathan -reconvertido en lateral derecho-, Sergio, Contreras, Placente; Iriney, Ángel; Núñez, Canobbio, Silva o Gustavo López y Baiano. De la lista de convocados sorprende la ausencia de Jorge, uno de los jugadores que se suponía iban a liderar este proyecto, pero ése es uno de los problemas de haber hecho tantas incorporaciones y tener pocos lesionados (sólo Oubiña y Yago). Alguien se tiene que quedar fuera y el canario ha sido uno de ellos, lo que le provocó un enfado descomunal.

El partido será especial también para Baiano. El brasileño se enfrenta al equipo que le trajo a España hace unos meses, un equipo que ha perdido potencial en algunas posiciones, pero que mantiene los rasgos que le han permitido mantenerse sin problemas en Primera División. Son ordenados y van a plantearle problemas a los vigueses que se van a repetir durante al menos diez partidos en esta temporada y queda la duda de si los vigueses serán capaces de solucionarlos o si la pretemporada fue un simple espejismo.