Iker Casillas, guardameta internacional del Real Madrid, reconoció tras abandonar la concentración de la selección española para jugar un amistoso ante Uruguay en Gijón por una contractura muscular, que "lo mejor era no forzar" y no correr riesgos de caer lesionado.

Iker Casillas sintió una molestia en la recta final del partido de homenaje a Ferenc Puskas que el Real Madrid disputó ayer en Budapest.

La primera exploración de los médicos madridistas al portero confirmaron lo que hoy comprobó Genaro Borrás, doctor de la selección española, "una fuerte contractura en el recto anterior del muslo izquierdo".

Casillas reconoció ante los medios de comunicación las molestias que siente y la falta de tiempo para recuperarse ante un partido, el amistoso contra Uruguay, que se disputará el miércoles a las 22.00 horas en El Molinón.

"Durante el partido de ayer noté fuertes molestias y acabé haciéndome daño en una jugada. Ahora, siento molestias y lo mejor era no forzar y parar ante el riesgo de poder caer lesionado", analizó.

"Es un pequeño problema que se soluciona en unos días y si cometo el error de jugar y romperme me puede hacer parar hasta un mes. Luis Aragonés me ha dicho que descanse y esté preparado para la siguiente convocatoria", agregó. La plantilla del Real Madrid disfruta de unos días de descanso tras cerrar la segunda parte de pretemporada y hasta el miércoles a las 18.30 horas de la tarde no regresará al trabajo. Será el momento en el que los doctores analizarán la evolución de Casillas.

Por otro lado, la selección española de fútbol ha concitado hoy la atención de alrededor de 2.000 aficionados, que han acudido esta tarde a las instalaciones de la Escuela de Fútbol de Mareo, donde el combinado que dirige el técnico Luis Aragonés ha celebrado el primer entrenamiento.