Entrevista

J Balvin: "Cuando era pequeño ya decían: 'al reguetón le queda un año'. Y han pasado más de 30"

"En la música muchas veces me ha sucedido que yo he sido más amigo de ellos que ellos de mí", confiesa el colombiano, que vuelve a los escenarios tras un hiato marcado por una depresión y la paternidad

J Balvin, en una imagen promocional.

J Balvin, en una imagen promocional. / Cedida

Ignasi Fortuny

El colombiano J Balvin, uno de los músicos más trascendentes de la última década, sobre todo, a partir de esa gran obra del reguetón llamada 'Vibras' (2018), ha vuelto a la primera línea después de un tiempo apartado tratando de cuidar su salud mental tras sufrir depresión. Ahora, ya como padre a sus 38 años, José Álvaro Osorio Balvín busca rencontrarse con la música tras una etapa errática, aunque sus desaciertos y su ausencia no han lastrado el recuerdo ni su poder de estrella.

Después de un tiempo alejado de todo, ¿cómo se encuentra?

Muy bien, excelente. Me tomé un tiempo para aprender a ser padre [tuvo un hijo hace dos años] y para reflexionar. Era supernecesario en mi vida. Hemos hecho mucho por el género, por Colombia, y creo que es el momento nuevamente. De todos modos, no sé si me fui, porque había formas de seguir conectando con el público. Pero, sí, ahora vuelvo a la cancha a jugar. Comienzo una nueva etapa.

¿Le costó cambiar de prioridades?

Obviamente, cuando estaba empezando quería fama, reconocimiento, el éxito que viene con el dinero y otros aspectos que forman parte del proceso. Cuando fui padre, en un momento que tuve covid, que casi me mata, eso hizo que lo que antes no me importaba ahora sea una gran prioridad: la salud, mi familia. En lo que es la música, no estoy deseando tanto las cosas, no tengo que demostrar al mundo que he logrado cosas grandes. He aportado muchísimo a la cultura a nivel mundial, a la música en español, a que se hayan abierto muchas puertas, a quitar ese estereotipo que había antes. Esa mentalidad de que cuando se hacía un ‘crossover’ los artistas latinos tenían que cantar en inglés. Yo siempre me mantuve contundente, diciendo 'vamos a hacerlo en español'. Aunque eso demorase más el proceso.  

Ha aprendido entonces a priorizar su salud mental, su familia, por delante de su carrera.

Fue interesante porque en el momento más difícil de mi carrera, hace dos años, que topé con un par de situaciones incómodas a nivel musical y con errores que cometí, no volví a caer en depresión ni en ansiedad. Coincidió que fue cuando nació mi hijo. Y, en todo momento, fui muy organizado con la medicación, y con el deporte, que es vital en mi vida, me ayuda a tener más control. Y la meditación, la lectura, un buen pódcast, una buena película… 

En verano lanzó un 'remix' en el que estaba Quevedo, que con 20 años, al igual que usted, ha decidido 'desaparecer' un tiempo.

En el caso de Quevedo, de Saiko, artistas que admiro muchísimo y me encanta lo que hacen, no sé si fue tan rápido, porque muchos vemos la gloria pero no la historia. Pero si el golpe es de la noche a la mañana para la salud mental es totalmente tóxico y difícil. Pasar de estar en la sombra a estar en los focos, que cualquier movimiento que hagas te puede costar mucho, que te puedan criticar mucho, perder tu intimidad... Entiendo a Quevedo, para la salud mental las cosas no están para nada fáciles. En mi caso, necesité varios años, me fui acostumbrando al sistema. Hoy en día hay mucho más impacto por las redes sociales. Y las críticas o el amor siempre se van a sentir más.

Nunca había estado tanto tiempo sin publicar música. ¿Cuándo siente que vuelve la inspiración? ¿Y qué ha cambiado?

Ahora tengo música de sobras, música que hice sin ninguna presión, para disfrutar, como en los viejos tiempos, como cuando empezaba a ser artista, que todo era más orgánico, natural, menos pensando para el negocio. De hecho, no pensaba en el negocio, sino en disfrutar y hacer música. Y eso fue lo que me llevó a tener éxito. En esta etapa de mi carrera estoy aplicando la misma fórmula con la que empecé, hacer música con la que me sienta feliz, cómodo, que sienta que estoy aportando algo nuevo, refrescante, pero que se mantenga real y genuino a lo que soy.

Con lo de aportar algo nuevo, ¿cree que tiene entre manos algo que se parezca a 'Vibras' (2018)?

'Vibras' es algo que jamás será repetido, son etapas de la vida. Es un álbum demasiado sofisticado dentro del reguetón. Es algo que no va a volver a pasar, la inspiración que había en ese momento, las colaboraciones, el 'timming', tener a Rosalía en 'Brillo' cuando Rosalía no era tan conocida, tener a Carla Morrison, que regresara Tainy a las canchas musicales junto a Sky Rompiendo… Es un álbum muy exquisito. La música que estoy haciendo ahora es una reconexión con mi esencia, de mucho antes de 'Vibras'. Va a ser mucho más digerible para mis fans y las nuevas generaciones, y ya después de ahí volveré a una fase mucho más experimental. Ya volveré con mis locuras, como es el álbum con Ed Sheeran, de 20 canciones, que tenemos ahí guardado por estrategia y los cambios de cada uno. Ese sí que puede ser como 'Vibras'. Uno del Reino Unido, un colombiano, con producción de Fred Again... Un encuentro de dos mundos brutal.

¿Siente que, a pesar de estar un tiempo fuera, conserva el estatus? Los ídolos se queman muy rápido.

Sabía que había un riesgo. Soy de los pocos artistas que es una marca. Hemos tocado diferentes ámbitos fuera de la música, en la moda, en el arte, hemos hecho un álbum con Murakami ['Colores'], y son muchos años de carrera… He estado fuera dos años después de muchos años de éxito y, aunque la música todo corre muy rápido y obviamente es un riesgo, el nombre de J Balvin tiene mucho peso como para desaparecer. Fue difícil la decisión, pero tenía que hacerlo por mi paz mental, mi bienestar, y puse en la balanza qué era más importante, si el trabajo o la persona. Y gracias a Dios estoy en un momento en que, si no se trabaja con la misma profundidad, no va a afectar mi vida económicamente porque hemos trabajado mucho para eso. Cuando desaparecí de lo público seguí haciendo 'shows' por Europa, Asutralia, Asia... A lo mejor para el mercado latino no estaba, pero sí a nivel global, donde seguí expandiendo el mercado, llevando el reguetón a sitios donde normalmente no llega. 

Hace poco publicaba un tuit que decía: "Mi peor defecto: permito que me usen y después tomen distancia”. ¿Se ha sentido utilizado en la música, en la industria?

Fue un gran aprendizaje que tuve durante estos años. En la vida, no solamente a nivel profesional, hay muchas relaciones que no se hacen de corazón. Uno no debería esperar que la gente se comportara de la misma manera. Y es esa parte de la naturaleza la que me duele. Haces una cosa desde el cariño y, dentro de la ingenuidad, esperas que se te devuelva ese cariño. Y no sucede. Pero tampoco es una obligación. Por eso digo que es mi defecto. No le hecho la culpa a los demás. Yo lo he permitido. Muchas veces me ha sucedido que yo he sido más amigo de ellos que ellos de mí. Las amistades no deberían ser incertidumbre, sino seguridad.

¿El reguetón mantendrá la posición dominante que tiene hoy en día?

Absolutamente. Recuerdo cuando escuchaba a Daddy Yankee de pequeño y ya decían: 'al reguetón le queda un año'. Y han pasado más de 30 años. Me hace mucha gracia cuando dicen que es el último año del reguetón. Los números hablan por sí solos. En mi caso, durante año y medio que no he sacado música, nunca he salido del top 50 de los más escuchados a nivel mundial. Ahí comprendí que soy una marca, que el catálogo sigue funcionando. Logramos ser el más escuchado a nivel mundial hace un par de años, es posible que lo volvamos a lograr. Es simplemente seguir jugando en la cancha, calentar y meter goles. Y quedarse con la copa.  

Suscríbete para seguir leyendo